14 diciembre 2013

SI TU DESTINO ES FATAL: HAY UNA MUERTE FINAL

MONOGRAFIA:  LA VERDAD DE LA MUERTE Y EL DUELO. 
CAPITULO VII
En este capítulo nos referimos el caso de la persona que rechaza la vida en Cristo y su obra redentora, su destino es la muerte final;  dejo en claro que no es una religión ni tampoco una creencia cultural es un hecho real la persona de Jesús el Mesías, el Cristo, Yahshua, o Yehoshua. Recuerde que sólo nuestro rechazo consciente, definitivo y libre, podría ser un obstáculo, que le podría impedir a ese Dios que es Amor, - y que por consiguiente siempre respeta y respetará la libertad del ser humano -, sólo eso le podría impedir hacer eficaz su Voluntad de hacernos vivir en plenitud eternamente... Sólo eso nos podría impedir de germinar; sólo eso podría hacer que la semilla se pudriera totalmente en tierra, al impedir que el amor del Padre Dios llegue a hacernos germinar, crecer, florecer y dar fruto... Eso sería lo que algunos textos del Nuevo Testamento llaman “la segunda muerte”, se condeno, la muerte definitiva...Yahveh respeta y respetará siempre nuestra libertad, precisamente porque nos ama y nos trata como sus criaturas suyas, y no como objetos... Dios respeta y respetará nuestra libertad y nuestra elección, porque una vida impuesta no sería ya vida, ni sería soportable para nosotros... Dios respeta y respetará nuestra libertad, porque sin libertad no hay posibilidad de una relación de amor... Por respeto, amor y por su Naturaleza perfecta HaShem se deja limitar por nuestra propia libertad; y se atreve a correr el riesgo de que nos cerremos a la fuerza de su amor que nos hace ser y vivir... (¡hasta tal punto nos ama y nos respeta!)... “Te pongo delante vida o muerte, bendición o maldición. Escoge la vida, para que vivas, tú y tu descendencia” (Dt 30, 19). Creo que nadie puede jactarse de que sabe todo lo que sucederá después de la muerte, sólo sabemos lo que la Biblia dice, y tiene que ser suficiente. La mayoría de las perspectivas del mundo deben aceptar la creencia en la vida después de la muerte sobre la base de una fe no comprobada, pero la esperanza cristiana tiene una particular certeza por dos razones: la resurrección de Cristo y el testimonio de la Palabra de Dios. La Biblia ofrece la visión verídica de lo que sucede después de la muerte. Sin embargo, muchos cristianos están equivocados con respecto a su interpretación de la vida después de la muerte. Algunos creen que se convierten en ángeles, otros creen que entran en un estado de "sueño del alma", mientras que aun otros creen que estarán flotando en las nubes tocando el arpa. En este artículo consideraremos algunos de los conceptos populares erróneos de lo que hay más allá de la tumba, e intentaremos percibir lo que enseña la Biblia.

Tanto la muerte física, como la resurrección son debido a factores independientes de nosotros. Por causa del pecado nacemos con el genotipo deformado de la separación de Dios;  El hombre amputado, la muerte degenera. Si morimos por el pecado de Adán, de la misma manera sin nuestro propio merito somos resucitados por el otro Adán, el Cristo. Pero para entender esta transformación, primero veamos qué es lo que sale de nuestro cuerpo cuando pasamos al estado de muerte física. Lo que sale del cuerpo físico es  “El Alma” es una parte inherente del ser humano; el termino alma o ánima (del latín anima) se refiere a un principio o entidad inmaterial e invisible que posee los seres vivos el cual los seres animados estaban dotados de movimiento propio. Según los registros bíblicos, en los capítulos uno y dos del Génesis. Es la principal cualidad identificadora del movimiento en la materia viviente, haciendo de ella un no-moviente (inerte) a un moviente, independiente del desplazamiento ajeno. Como entidad, es un individuo, es un ser espiritual único, no hay gemelos ni clones, es único en su creación es la identidad del individuo. Si se refiere a los seres humanos; dentro del contexto religioso y filosófico, el alma sería el “componente” natural (el espíritu es el sobrenatural) de un ser espiritual. Gracias al alma el hombre es capaz de instintos, sentimientos, emociones, pensamientos y decisiones libres, así como de volver sobre sí mismo (auto conciencia). Es la fuerza que impulsa al cerebro a pensar; El proceso de pensamiento es un medio de planificar la acción y de superar los obstáculos entre lo que hay y lo que se proyecta, es aquello que se trae a la realidad por medio de la actividad intelectual. Por eso, puede decirse que los pensamientos son productos elaborados por la mente, que hace parte del alma (Su alma está formada por su mente, su voluntad y sus emociones); Nos referimos a la mente como nuestros pensamientos, a la voluntad como las decisiones que tomamos y a las emociones como nuestros sentimientos, tiene que ver también con la interacción entre la mente y personalidad activa de un individuo, a saber: "la vida". Así que el Alma se define por la interacción inseparable de 3 movimientos en la materia viva que lo integran: La Mente/Corazón (principio psicológico consciente-inconsciente del Yo mismo [movimiento pneumático]), la Sangre (principio del cuerpo animal o carnal [movimiento linfático]) y la Vida (principio de la actividad-hábito [movimiento dinámico]). Sin estos tres, el alma está Muerta. Reforzando la valoración ética desde la parte más delicada del alma (mente/corazón) hasta la parte más resistente de ella (la vida). De esta interpretación nace la importancia de valorar el alma humana, ya que es parte de la  imagen y semejanza a Dios. DIOS DA TANTO VALOR A LOS ALMAS DE LOS HOMBRES que envió a Su Hijo para que muriera en la cruz a fin de que los hombres pudieran ser salvos. Cuando comprendamos cuán preciosas son todas las personas para Dios, haremos todo lo posible por ganarlas para Cristo. “El que cree en el Hijo tiene vida eterna; pero el que rehúsa creer en el Hijo no verá la vida, sino que la ira de Dios está sobre él “(Juan 3:36). Cuando abordamos la cuestión de la salvación hay una cosa que es de importancia que debemos conocer, que es, la diferencia entre el espíritu y alma. De acuerdo con I Tesalonicenses 5:23 las Escrituras retratan el hombre como poseyendo tres elementos importantes: "...espíritu, y alma y cuerpo... ". Hablando resumidamente digo que el espíritu En hebreo "re´ach" (Ruáh) y en griego "pneu´ma", es la facultad a través de la cual el hombre está apto para tener una relación con Dios; es la imagen y semejanza completa de Dios Yahveh, de esencia, sustancia divina, que lo hace persona espiritual  y la cual ninguno de los animales posee. En libro 1 Tesalonicenses de la biblia nos confirma lo dicho por medio de este versículo 5:23 “Y el mismo Dios de paz os santifique por completo; y todo vuestro ser, espíritu, alma y cuerpo, sea guardado irreprensible para la venida de nuestro Señor Jesucristo”.
El concepto de salvación eterna, salvación celestial o salvación espiritual hace referencia a la salvación del alma, por la cual el alma se libraría de la muerte (condenación eterna). En  soteriología ninguna religión habla de salvación y vida eterna, es un concepto vitalmente importante en varias religiones. El   cristianismo  acepta la salvación como la liberación de la esclavitud del pecado y de la condenación y muerte, resultando en la vida eterna con Dios dentro de su Reino. El sacrificio de Cristo hace que se le denomine Salvador. La salvación del alma y del cuerpo se consideran inseparablemente al llegar la resurrección, del mismo modo a como el alma pasa a ser sinónimo de persona. Así ocurre con la señal de socorro en código Morse denominada SOS; que, con mayor o menor fundamento, suele comúnmente considerarse la sigla en inglés de save our souls -salvad nuestras almas. Considere esto! Quizás el versículo más familiar y más frecuentemente citado de la Biblia no es comprendido. Juan 3:16 dice: “Porque tanto amó Dios al mundo que dio a su Hijo único, para que todo el que crea en él no perezca, sino que tenga vida eterna” [Biblia de Jerusalén]. Millones citan este versículo mientras ignoran uno de sus puntos clave. Al volver a leerlo. ¡Note que reproduce exactamente Romanos 6:23! Porqué la paga del Pecado es muerte, MIENTRAS Que la dádiva de Dios es vida eterna en Cristo Jesús, Nuestro Señor. Esta vez, la vida eterna es contrastada con perecer — muerte. La palabra griega traducida como perezca es apólumi y significa: “destruir completamente, morir, perder, perecer”. No hay duda de lo que estas palabras significan. A aquellos quienes reciben salvación se les promete que “no perecerán” ¡sino “tendrán vida eterna”! Si el infierno es un lugar de tortura eterna, entonces las personas que allí sufren tienen vida eterna. Pero el versículo dice “no perezca” y no “no sufra vida eterna en tormento”. La mayoría de los cristianos profesos creen que poseen un alma inmortal. A ellos les ha sido enseñado que los muertos van ya sea al cielo o al infierno. Pero, ¿es eso cierto? La frase “alma inmortal”, no se encuentra ni una sola vez en toda la Biblia, a pesar de que la palabra “alma” es usada aproximadamente 1600 veces, y “espíritu” más de otras 1000 veces. Ni una en esas 2600 veces se le llama al alma inmortal. La Biblia siempre dice que el hombre es mortal (Job 4:17); Y en todo momento afirma que la inmortalidad se recibe solamente de Cristo. La idea de un infierno que siempre arde es inseparable de la idea que todos los seres humanos tienen almas inmortales. ¿Es esto lo que Dios dice? En Génesis 1:17. La palabra “morirás” del hebreo (mut), se usa en la Biblia en tres sentidos: Muerte espiritual pecado Adán. Muerte temporal = cuerpo (soma); Estos dos sucesos forman la primera muerte. Muerte eterna = el alma y el cuerpo; segunda muerte. La Biblia apoya la interpretación según la cual en la muerte del cuerpo, el espíritu/el alma sale al Hades o al paraíso para esperar allí la resurrección y el juicio; muerte final.
Y según el profeta Daniel "Y muchos de los que duermen en el polvo de la tierra serán despertados, unos para vida eterna, y otros para vergüenza y confusión perpetua" (Dan.12:2). La palabra "los que duermen" se ha traducido de la palabra de hebreo cuyo verdadero significancia es dormir. La Biblia no hace en ninguna parte diferencia entre el sueño de los buenos y de los malos. Ambos duermen. El cuerpo sí, el espíritu/el alma no, porque el creyente va al cielo! Y el incrédulo al infierno. Recuerda que Yeshua fue a prepararnos lugar en el cielo! (ver Jn.14:3) La palabra dormir incluye también la idea de despertar o sea resucitar. Así, David vio el día en que se vería la cara del Señor cuando despierte a la semejanza del Señor (Sal.17:15). El profeta Isaías presenta un mensaje lleno de esperanza: "Tus muertos vivirán; sus cadáveres resucitarán. !!Despertad y cantad, moradores del polvo! porque tu rocío es cual rocío de hortalizas, y la tierra dará sus muertos." (Is.26:19). La mayoría de las personas no entiende la relación entre los hombres físicos y las almas. A usted probablemente le fue enseñado que todos los seres humanos nacen con un alma inmortal. La creencia común es que tras la muerte, las almas de los pecadores que no se arrepintieron van al infierno para siempre. Pero, si la paga del pecado es muerte, ¿cómo es que la Biblia también puede enseñar que las personas tienen un alma que es inmortal? Génesis 2:7 declara: “Formó, pues, el Eterno Dios al hombre del polvo de la tierra, y alentó en su nariz soplo de vida; y fue el hombre en alma viviente (Reina Valera 1909). Este versículo no dice que los hombres tienen almas. Aquí dice que son almas. Adán se convirtió en un alma — a él no le fue dada un alma. Entonces, casi de inmediato, Dios le advirtió: “Y mandó el Eterno Dios al hombre, diciendo: De todo árbol del huerto podrás comer; mas del árbol de la ciencia del bien y del mal no comerás; porque el día que de él comieres, ciertamente morirás” (Gen 2 vs. 16-17). La palabra hebrea aquí también significa “destruir”. Al ser colocados juntos, estos versículos expresan claramente que los hombres son almas ¡y que las almas pueden morir! El profeta Ezequiel fue inspirado a escribir (dos veces): “el alma que pecare, esa morirá” (18:4, 20). La muerte es la ausencia de vida. Es la interrupción — cesación — de la vida. La muerte no es vida en otro lugar. No es dejar “esta vida” por “otra vida” — en la “siguiente vida”. Además, considere Mateo 10:28: “Y no temáis a los que matan el cuerpo, más el alma no pueden matar; temed más bien a aquel [Dios] que puede destruir el alma y el cuerpo en el infierno”. ¡La Biblia dice que las almas pueden ser destruidas! De acuerdo con este versículo, éstas pueden ser destruidas tanto como pueden serlo los cuerpos. Nadie duda que todos los cuerpos mueran eventualmente. Cuando lo hacen, estos también se descomponen y con “destruidos” completamente debido al proceso natural de corrupción. Este versículo presenta el hecho de que Dios hace  la destrucción de las almas en el infierno! Es potestad de Dios.  Los cuerpos pueden morir y ser destruidos de muchas maneras diferentes. Sin embargo, las almas son destruidas en el infierno por Dios en el juicio final, la segunda muerte. He aquí lo que el profeta Malaquías escribió acerca del estado final de los malvados, quienes han sido destruidos en el infierno: “Porque he aquí, viene el día ardiente como un horno, y todos los soberbios y todos los que hacen maldad serán estopa; aquel día que vendrá los abrasará, ha dicho el Eterno de los ejércitos, y no les dejará ni raíz ni rama. Más a vosotros los que teméis mi nombre, nacerá el Sol de justicia, y en sus alas traerá salvación; y saldréis, y saltaréis como becerros de la manada. Hollaréis a los malos, los cuales serán ceniza bajo las plantas de vuestros pies, en el día en que yo actúe, ha dicho el Eterno de los ejércitos” (Mal. 4:1-3).
Los muertos estarán tan completamente “muertos”, que será como si ellos jamás hubieran existido. Concluyo esta parte; para los no creyentes la resurrección será la resurrección de condenación; la segunda muerte, (resurrección es tener un cuerpo físico después de haber muerto) mientras para los que han creído en Cristo, será la resurrección de vida (Jn.5:29). Los que han sido despertados para la resurrección de condenación experimentarán entonces la muerte final, lo que significa la pérdida irrevocable de toda la vida y la existencia (Mt.10:28 Mal.4:1, Ap.20:14).  El concepto de "la muerte final o la segunda muerte" aparece en la Biblia solo cuatro veces y todos en el Apocalipsis: "El que venciere, no sufrirá daño de la segunda muerte." (Ap.2:11) "Bienaventurado y santo el que tiene parte en la primera resurrección; la segunda muerte no tiene potestad sobre éstos, sino que serán sacerdotes de Dios y de Cristo, y reinarán con él mil años." (Ap.20:6) "Y la muerte y el Hades fueron lanzados al lago de fuego”. Esta es la muerte segunda." (Ap.20:14) "Pero los cobardes e incrédulos, los abominables y homicidas, los fornicarios y hechiceros, los idólatras y todos los mentirosos tendrán su parte en el lago que arde con fuego y azufre, que es la muerte segunda." (Ap.21:8)
En el momento de la muerte física, el alma se separa del cuerpo y entra de inmediato a la presencia del Señor. Miremos una vez más las palabras de Pablo en 2 Corintios 5:8, que dice: "Así que nos mantenemos confiados y preferiríamos ausentarnos de este cuerpo y vivir junto al Señor". El alma en el cielo se perfecciona en santidad de Dios y desaparece por completo nuestra antigua naturaleza pecaminosa. Como se señaló anteriormente, Hebreos 12:23 menciona "los espíritus de los justos que han llegado a la perfección". Los seres espirituales (alma) de los santos están en el cielo y han llegado a la perfección. La lucha contra el pecado que describió Pablo y en la cual participan todos los cristianos finaliza para siempre cuando, después de la muerte, entramos en nuestra condición glorificada. No permaneceremos para siempre en el reino de los cielos como alma sin cuerpo. En el tiempo establecido por Dios habrá una resurrección final donde el espíritu se unirá al cuerpo resucitado.

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