Tema: ENFERMEDADES PSICOSOMÁTICAS; ¿ ES LA RESPUESTA DEL PECADO?
Por: Carlos A Venegas M. ps.
Por: Carlos A Venegas M. ps.
En el anterior artículo me referí sobre el origen de las enfermedades psicosomáticas como respuesta de la desintegración del alma (mente, emociones y voluntad), a causa de la muerte espiritual del ser humano originada en el Génesis. En esta parte hablare sobre cómo se manifiesta “La mente enferma; enferma al cuerpo” es el título que usado para explicar la somatización. Sin embargo, la somatización no es un problema mental, sino la consecuencia de la relación entre mente y cuerpo. "Somatizar" es la explicación común que se da a un problema psíquico o emocional que se manifiesta en el cuerpo. Desde enfermedades gastrointestinales hasta picos de presión se suelen asociar a trastornos emocionales. No sólo todas las enfermedades son psicosomáticas, sino que los síntomas que se manifiestan en nuestros cuerpos están posibilitados por el tipo de personalidad. Para mejor comprensión haré una sinopsis de la “Personalidad” es un término científico, un constructo formulado artificialmente y utilizado por los psicólogos con la intención de conocer la forma de actuar de las personas. El estudio de la personalidad dentro de la psicología es amplio. Los Psicólogos no están de acuerdo con una definición única de la personalidad. Una definición actual es que la Personalidad se refiere a los patrones de pensamientos característicos que persisten a través del tiempo y de las situaciones, y que distinguen a una persona de otra. Etimológicamente: se deriva del latín clásico del término “persona” este término se utiliza para designar las máscaras o caretas que los actores romanos utilizaban en sus representaciones. Con personalidad hace referencia a la máscara o lo que aparenta uno de acuerdo con lo que cree, piensa y realiza. El término personalidad puede referirse al papel que dicho actor representa en cada caso, el rol o los roles que interpretamos en cada situación. De acuerdo con la definición de Eysenck “la personalidad es la suma total de los patrones de conducta actuales o potencial de un organismo en tanto que determinados por la herencia y el ambiente y que se originan y desarrollan mediante la interacción del sector cognitivo, conativo (carácter), afectivo (temperamento) y somático (constitución)”. Se puede decir que la personalidad abarca tanto la conducta manifiesta como la experiencia privada y como tal afecta el cuerpo. El profesor David Keirsey divide toda la humanidad en cuatro grupos, y su prueba es la más utilizada en el mundo. Es bien sabido que nuestra personalidad influye de forma directa en la forma de comunicarnos, la paciencia, la asertividad y la empatía son aspectos comunes que siempre debemos mantener para con nosotros mismos como también para con los demás. Dejando en claro el concepto de personalidad, profundicemos:
-¿Qué es somatizar?
Se suele hablar de somatización cuando se piensa que hay trastornos físicos que se originan psíquicamente. Sigmund Freud, indagando en lo que ocurría en la histeria, descubrió que lo reprimido suele retornar a la conciencia bajo la forma de un signo o un síntoma que en algunas ocasiones se registra o se interpreta como una enfermedad que se origina en el cuerpo. En la jerga de la especialidad, se lo suele denominar "soma". Sostuvo entonces que en esos casos las cosas ocurrían como sí un acontecimiento psíquico se hubiera convertido en un trastorno somático. Con el tiempo, y al observar las patologías se halló que diversos trastornos emocionales se manifestaban como alteraciones patológicas de las funciones o las estructuras del cuerpo, donde fue perdiendo ese sello de la primera postulación freudiana, y el "como sí" utilizado por el creador del psicoanálisis se fue transformando en un "mecanismo de conversión" de fenómenos psíquicos en fenómenos somáticos. Se comenzó a hablar entonces de somatización y de trastornos físicos que se originaban psíquicamente, como suele decirse, psicosomáticos. En la psicopatología que es el estudio de los trastornos emocionales y de la conducta anormal o patológica, una persona puede presentar alteraciones psicológicas, como consecuencia de la interacción de factores biológicos (genética y cerebro), psicológicos (relacionados con las experiencias vitales y el aprendizaje) y socioculturales (interacción con el entorno, estilo de vida). La Palabra de Dios nos exhorta a que NO debemos estar “angustiados” Por nada estéis angustiados, sino sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios en toda oración y ruego, con acción de gracias. 7 Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará vuestros corazones y vuestros pensamientos en Cristo Jesús. Se puede resumir que la psicopatología se interesa por estudio de las formas indeseables, mal adaptadas y desorganizadas de la conducta anormal. Los criterios y concepciones teóricas diferentes implican tres modelos: el biomédico, el conductual y el biopsicosocial que tienen que ver con la salud del ser humano.
- ¿Por qué ocurre la somatización? ¿Qué explicación tiene?
La somatización ocurre porque lo
reprimido, ejerciendo la presión creciente de una necesidad insatisfecha, logra
expresarse a través de un síntoma que mantiene oculto su significado. La
explicación de cómo ocurre ese supuesto "salto" de la mente al cuerpo
constituyó siempre un misterio insondable de la psicosomática, pero lo cierto
desde el punto de la medicina, biología, el cerebro segrega ciertas sustancias
que al trasmitirse por el sistema nervio altera las células y su entorno. La
vida está llena de misterios que la experiencia repetida nos acostumbra a
tolerar o habituarnos como forma de vida. No ha sido el misterio el que impulsó
la psicosomática hacia nuevos horizontes, sino la observación, cada vez más
frecuente, de que, cuando un ser humano se enferma su cuerpo, su alma, y el
espíritu que habita se afectan, siempre
participan en la enfermedad, además afecta su entorno de la comunidad ejemplo
que nos da la Biblia “No te unas al
iracundo ni te acompañes del irascible, no sea que aprendas sus costumbres y
pongas trampa a tu propia vida”. Proverbios 22.24, 25 ¿Ha notado usted que, cuando una pareja se
casa y uno de los cónyuges es iracundo y el otro no, eventualmente. El cónyuge
que no era iracundo termina modelando el mismo carácter? La ira es contagiosa.
- ¿Hay algún
modo de evitar somatizar? ¿Cualquier enfermedad puede ser psicosomática?
El concepto de
somatización, que conduce a dividir las enfermedades en algunas que se originan
en la mente y otras que se originan en el cuerpo, se difundió rápidamente. Es
necesario reconocer, sin embargo, que simplifica excesivamente la cuestión,
omitiendo que la idea de somatización nació como una forma, metafórica, de
referirse a un hecho cuya intimidad se desconocía. Freud nos ayuda
a comprender que lo que llamamos cuerpo y lo que llamamos alma son dos maneras
de contemplar a una misma realidad. No tenemos dos bocas, una que es del cuerpo
y otra que es del alma, tenemos una sola, porque el ser humano es integral en
un solo (cuerpo, alma y espíritu). Cuando damos un beso, lo hacemos con el
cuerpo y con el alma; y lo mismo ocurre cuando nos enfermamos. Podemos
decir entonces que todas las enfermedades son psicosomáticas, por la sencilla
razón de que el hombre mismo es psicosomático, dado que psíquico y somático son
como dos caras de una misma moneda. Queda claro entonces que eso no significa
sostener que una de esas dos caras es la causa de lo que ocurre en la otra, ya
que ambas se constituyen y evolucionan juntas. Descubrir el significado que,
más allá de la consciencia, se expresa en una enfermedad, no lleva implícito
afirmar que ese significado es una causa o un factor que altera el cuerpo (o
que se somatiza), dado que el significado y la alteración son dos aspectos de
una misma cosa, como sucede con las ondas "físicas" del sonido de una
palabra y con su significado. Dios nos dice en su Palabra; la paz de Dios que supera a
todo pensamiento” nos ayudará a mantener a raya la ansiedad y nos dará las
fuerzas necesarias para seguir adelante (Filipenses 4:6, 7).
Cada enfermedad surge con su
propio y específico significado inconsciente que, para ser descubierto, exige
un trabajo de investigación que demanda, a veces, de un esfuerzo prolongado y
de interdisciplinariedad. Aclaro que las
enfermedades no son un ‘castigo’. Son el
resultado de vivir en un mundo corrompido y en un planeta maldito, y los
creyentes y los no creyentes por igual pueden sufrir de enfermedades que
conducen a la muerte. Hay algunos trastornos que permanecen cercanos a la
consciencia, como ocurre, por ejemplo, con la vinculación de la diarrea con el
miedo, o el infarto cardíaco con una ofensa profunda que constituye una
ignominia. El lenguaje habitual lo testimonia, cuando suele usar expresiones
como se me parte el corazón". Hay otros, sin embargo, como el cáncer o la
hipertensión, cuyos significados se reprimen más profundamente. Las
enfermedades psiquiátricas las podemos considerar como ese juego de varias partes, en las
que una está contenida dentro de la otra hasta llegar a la más pequeña; el
espectro de la enfermedad mental tiene, también, como diferentes estadios, que,
de menos a más grave, podemos clasificar como: nivel normal (rasgos de
personalidad), nivel anormal (trastorno de la personalidad) y trastorno
propiamente dicho (enfermedad). Es de observar que puede existir un
nivel sin que existan los otros. Es decir, no es condición indispensable que se
den los tres para configurar una estructura patológica, aunque es muy frecuente
que estén ensambladas. La biblia nos muestra en el Salmo 31:10 Ten piedad de mí, Señor,
pues estoy angustiado; mis ojos languidecen de tristeza. 11 Mi vida se consume
en la aflicción y mis años entre gemidos; mi fuerza desfallece entre tanto
dolor y mis huesos se deshacen.
-¿De qué modo
podemos protegernos de la somatización?
Tomo este ejemplo "Los cimientos
son esenciales para que una estructura pueda soportar varios pisos. En caso de
que la cimentación sea débil, inevitablemente se producirá un colapso y el
edificio se vendrá a tierra". Con estas palabras sustento la
importancia de tener una base sólida en toda construcción. Igual ocurre con
nuestra vida. A menos que haya un buen basamento, experimentaremos trastornos
que serán evidentes a todos. Enfrentaremos dolor enfermedad y lo provocaremos en los demás. En
el libro "Relaciones Humanas Aplicadas" del sicoterapeuta Juan
Francisco Gallo quien asegura que la situación no solo es preocupante sino
que podría evitarse con una edificación personal y espiritual apropiada. En su
criterio: "Los complejos, la timidez, el nerviosismo, la
preocupación, el temor, la agresividad y la inestabilidad de ánimo, son
trastornos de la conducta originados en la mala formación de nuestra
personalidad, o sea, que los materiales con los que está fundamentada son
falsos y maleables" ("Relaciones Humanas Aplicadas", Pag. 21.
Ediciones Paulinas. 1987. Santafe de Bogota.Colombia). Considero que se trata de una
ilustración que grafica dos elementos sobre los que debemos trabajar como terapeuta
(Consejería Cristiana eficaz, oportuna y bíblica: la Personalidad y la Conducta). La personalidad de cada
individuo se va configurando a lo largo de su biografía; y cómo éste va
asumiendo las diferentes experiencias, tanto internas como externas, como las
positivas o negativas. Esto constituiría su carácter, al que habría que sumar
el ADN espiritual, que es la parte más constitucional de cada sujeto. Se
produce el trastorno de personalidad cuando ese desarrollo da lugar a conductas
molestas para el propio individuo y los demás, se inicia en la adolescencia, se
aparta de las expectativas de la cultura circundante y, además, es un patrón
permanente e inflexible de comportamiento (DSM-IV).
Un hombre de la antigüedad a
quién se consideraba ejemplo, delante de Dios y de los hombres, la esencia
misma de la rectitud, se encontró en un abrir y cerrar de ojos en una
penosa situación: perdió sus posesiones, en un absurdo accidente murieron sus
hijos y para coronar la sucesión de incidentes trágicos, evidenció una
enfermedad que no podían controlar los médicos de la época. Fue una presión externa enorme
que golpeó su vida y, por ende, su personalidad donde habita esa fuerza interior. Se trata del yo o del ego que hay
en todo ser humano. Vendría a ser el eje central de nuestra personalidad. Ahora,
se preguntará usted, ¿qué relación hay entre el ego y la personalidad? Para
ilustrar la respuesta, tomaremos como ejemplo un cerillo. Sobre esta base,
el ego es el trozo de madera o de papel encerado sobre el que se fija
el fósforo. La acción de pasar el fósforo sobre una superficie corrugada para
generar el fuego, vendría a ser como las circunstancias que ejercen
influencia en el ego; y la llama sería, en este caso específico, la personalidad, es decir,
lo que se produce al término de todo el proceso. Son tres elementos que están
estrechamente unidos entre sí. Un ser que tenga la cimentación necesaria
para guardar equilibrio frente al cúmulo de circunstancias que afectan su
vida desde fuera, sin duda reaccionará con equilibrio. Por el contrario, quién
tiene problemas en su personalidad, desencadenará reacciones
impredecibles. ¿Comprende ahora el valor de la sana personalidad? Hay algo más
que debo agregar: nuestra personalidad no es estática; por
el contrario, es dinámica. Jamás podemos decir que ya está formada porque
siempre está en proceso de formación. Se desenvuelve en actividad y evolución pero
también puede manifestar deterioro cuando dejamos de lado cultivarla,
orientarla y desarrollarla mediante el proceso constante de crecimiento
personal y espiritual, y por supuesto, de sanidad interior. Ahora, ¿cómo
definimos la conducta? Es sencillo. Conducta es la
manifestación de la personalidad. Podríamos decir que la conducta es
el lenguaje o medio a través del cual se expresa la personalidad. Si
tenemos una personalidad que tiene conflictos y problemas,
reflejaremos estas anomalías en nuestros hechos, es decir, en la conducta. Nadie
que enfrente desórdenes tendrá una conducta equilibrada y por lo
tanto una buena salud.
Es frecuente
que, para justificar determinados comportamientos, oigamos o que nosotros
mismos usemos expresiones como “son cosas de su personalidad”, “él es así”,
“con la edad que tiene ya no puede cambiar” o “es que yo soy así”. La persona es el
resultado de una confluencia de fuerzas y de circunstancias: desde la carga
genética a la relación con las figuras más influyentes, los padres, pasando por
la ciudad en donde hemos vivido, la cultura que respiramos e incluso los
profesores que tuvimos, así como los amigos, la familia y un largo etcétera de situaciones
que han ido configurando cómo somos son los responsables del carácter. El carácter, pues,
representa la originalidad de cada uno de nosotros; el carácter es lo que hace
que yo sea diferente e irrepetible. Como decía un psiquiatra, “el carácter es
lo que hacemos cuando nadie nos está mirando”. La personalidad
pues es una organización dinámica que define el comportamiento y el pensar de
cada individuo, por tanto es un proceso que se puede ir modificando a lo largo
de la vida de cada individuo, sobre todo porque tiene una característica
adaptativa, con lo que la persona va intentando mantener una sensación de
bienestar. Cada uno de nosotros tiene un concepto de sí mismo que refleja la
imagen que tenemos de nosotros mismos. La personalidad, pues, es el resultado
de la naturaleza (genes) y del aprendizaje (experiencia). Modificar algunos
rasgos del carácter, que se ha configurado con esfuerzo desde las primeras
experiencias infantiles, no puede ser un procedimiento fácil ni sencillo. Un
procedimiento que, aunque en lo que se refiere a modificar algunos rasgos del
carácter es debatible es el método que denominamos "estudio patobiográfico", diseñado con
el fin de influir sobre el curso de un proceso patológico en el tiempo breve
que la evolución de algunas enfermedades exige. Cuando un paciente
consulta por un estudio patobiográfico, debe solicitar una entrevista en la que
se determina la posibilidad de realizar el estudio y el tipo a realizar, ya sea
que se trate de un niño, un adolescente o un adulto. Se determina también si se
realizará en los tiempos habituales (40 a 45 días) o si la situación demanda
una realización más urgente. En esa entrevista se designa además al profesional
que efectuará una biográfica del paciente y al equipo clínico necesario, de acuerdo
con la patología. Cuando se trata de un niño o de un adolescente se incluye en
el procedimiento a los padres. Termino con esta reflexión en Isaias 53:4-6: Ciertamente llevó
él nuestras enfermedades, y sufrió nuestros dolores; y nosotros le tuvimos por
azotado, por herido de Dios y abatido. 53:5 Mas él herido fue por nuestras
rebeliones, molido por nuestros pecados; el castigo de nuestra paz fue sobre
él, y por su llaga fuimos nosotros curados. 53:6 Todos nosotros nos
descarriamos como ovejas, cada cual se apartó por su camino; mas Jehová cargó
en él el pecado de todos nosotros.
Fuentes: otros (Entrevista
con el médico Luis Chiozza –director del Centro Weizsaecker de Consulta Médica
y del Instituto de Docencia e Investigación de la Fundación Luis Chiozza,
presidente honorario del Istituto di Ricerca Psicosomatica-Psicoanalitica
Arminda Aberastury de Perugia, Italia)
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