Por: Carlos A Venegas M.ps
Para empezar este tema del “temor” que es tan discutido en algunos
círculos sociales y religiosos por el concepto tan equivoco que se tienen, he
titulado esta nota el fantasmas del temor, si el fantasma, en nuestro campo de
la psicología se refiere a los pensamientos que tenemos guardados en nuestra
mente, que repasamos una y mil veces hasta quedar exhaustos. Nuestros
pensamientos son como canales que nos pueden llevar a tener un estilo de vida.
Estos generalmente son pensamientos negativos que hacen referencia a
situaciones no resueltas o a acciones que no nos gustaron en el pasado y que
nos atormentan, pensamos en algo que nos aterra o que nos llena de temor por el
hecho de solamente de tenerlos en nuestro pensamiento. Los fantasmas suelen
estar en silencio guardados en la memoria pero aparecen automáticamente cuando
estamos en momentos de tensión o estrés, recordándonos las malas experiencias
de nuestro pasado. Entonces, cuando más vulnerables estamos, estos pensamientos
nos cortan las alas y nos dejan una visión muy borrosa de la realidad actual,
sentimos que si fallamos una vez, si cometimos aquel error tan horroroso, nunca
podremos levantar cabeza. Los malos momentos nos traen a la cabeza más malos
momentos, más recuerdos negativos que en forma de espiral nos llevan cada vez a
un estado de ánimo más pesimista: Este pensamiento fantasioso es el común de la
gente al guarda en su mente que el Temor es lo mismo que sentir miedo y lo más
grave es que nos puede llevar aterrorizarnos, nos atormentan por alguna
experiencia y los asociamos como algo
negativo. Lo cierto es que el temor no es un pensamiento negativo si
comprendemos de donde viene su origen. Por ello, hacer frente a estos pensamientos
fantasiosos va a ser una tarea ardua, que requiere de la implicación plena de
la persona.
El fantasma del Temor |
El primer paso es identificarlos, para poder analizarlos de forma
consciente y saber cómo actúan y en que situaciones aparecen. En
ocasiones, puede resultar difícil reconocerlos porque nos son tan familiares que nunca nos hemos parado detenidamente en
cuestionarlos, los hemos interiorizado y ya forman parte de nosotros. Por ello,
es importante, llevarlos a la conciencia, saber cuáles son estos pensamientos y
saber en qué situaciones suelen aparecer. Hemos de tener en cuenta que nuestros
pensamientos son solo ideas que se nos aparecen en la mente de forma automática
y en muchas ocasiones incluso sin una estructura lógica. Nosotros somos los que
les damos valor y debemos cuestionar su significado. El poder de nuestra mente
es asombroso, debemos utilizarlo para crear y no para destruir, limitar o
restringir nuestra voluntad. El ser humano siempre está librando batallas en la
mente.
Me pregunte qué tiene de común el significado de las palabras temor,
miedo y cobardía; no todas se pueden ver como los mismo, es decir sinónimos,
aunque lo uno conlleva a lo otro al mirarlo en el campo de la psicología; el
temor nos puede llevar al miedo y a su vez el miedo a asumir el acto de
cobardía (falto de valor), el temor como sentimiento causa en el alma “impresión
espiritual”. Recordemos que el sentimiento surge como resultado de
una emoción que permite que el sujeto sea consciente de su estado
anímico. Estos tres conceptos tratare de explicarlos de la mejor manera como
nos puede llevar a una perturbación o
afecto desordenado del ánimo por la impresión que causa espiritual al no identificar
en este caso que tipo
específico de temor percibimos.
Veamos la definición más sencilla de Temor (del latín timor) generalmente se interpreta como miedo que se siente, al considerar que algo
perjudicial o negativo ocurra o haya ocurrido, la emoción angustiosa por un riesgo imaginario o real, en otras palabras, el temor
es lo que nos detiene a hacer algo que está mal y podría perjudicar el
bienestar de alguien. Se considera que es una pasión del ánimo que lleva a un sujeto a tratar de escapar de aquello que considera arriesgado, peligroso o dañoso para su persona. El temor, por lo tanto, es una presunción, una sospecha o el recelo de un daño futuro. Hay que tener en cuenta que es una pasión, el concepto se origina del “latín passio” y tiene diferentes interpretaciones entre otras como la acción de padecer, lo que supone una perturbación o afecto desordenado del ánimo. Pero también se conoce como afición vehemente hacia algo (por ejemplo, “La literatura es mi pasión”) y la inclinación muy fuerte de alguien hacia otra persona (“Te amo con pasión”). Es una necesidad que se crea, de hacer algo, porque existe una fuerza interna que mueve al individuo; desde lo espiritual. Es importante tener en cuenta que cuando una persona responde a su pasión, su principal intención es satisfacer su deseo y expresar sus sentimientos sin restricciones ni límites. Al tratarse de una emoción primaria, puede decirse que el temor forma parte del esquema adaptativo de los seres humanos y de los animales, ya que representa un mecanismo de supervivencia y de defensa. Gracias al temor, un individuo puede responder con rapidez ante una situación adversa. La principal función de las emociones consiste en ser la guía para poder elegir nuestras respuestas ante las diferentes situaciones que se nos presentan en la vida. Un mismo acontecimiento puede producir diferentes sentimientos y su expresión generar distintas realidades. A las emociones, generalmente, no las elegimos, ya que aparecen como consecuencia de la percepción de un cambio en el ambiente. Su presencia, por lo tanto, está más determinada por los acontecimientos que por la voluntad. Pero una vez surgen, podemos hacer con ellas varias cosas, como negarlas, inhibirlas, falsearlas, disimularlas, controlarlas o simplemente sentirlas y expresarlas abiertamente. En todo caso, cada una de ellas cumple una función concreta. El temor sirve para protegernos de los peligros; la alegría, para fortalecer la autoestima y compartir; la tristeza permite reparar el alma y elaborar el duelo. En general, las principales funciones de los sentimientos y las emociones son:
- · Servir de guía para la conductas
- · Connotar la situación como positiva o negativa
- · Preparar el organismo para la acción
- · Construir el sentido de la realidad y la identidad
- · Facilitar el autoconocimiento
- · Ayudar a dar significado a cada situación y a cada tipo de relación interpersonal
- · Contribuir a la construcción de vínculos y relaciones
- · Comunicar el estado de ánimo
- · Marcar la dirección de los procesos de atención y de memoria
La Biblia tiene mucho que decir acerca del temor ya en ella podemos renovar nuestra mente, ser transformados
(algunos se refieren a que nos lavan el cerebro). De hecho menciona dos tipos
específicos de temor. El primer tipo es beneficioso y debe ser fomentado. El
segundo tipo es un detrimento y no sólo debe ser disuadido sino conquistado. El
primer tipo de temor es el temor del
Señor. Este tipo de temor no es miedo que signifique estar temeroso de
algo. Más bien es una impresionante reverencia por Dios; una reverencia por Su
poder y gloria. Sin embargo, también es un apropiado respeto de no ofender su
santo nombre; por Su gracia y misericordia.
En Proverbios 19:23 dice, “El temor de JEHOVÁ es para vida, y con él
vivirá lleno de reposo el hombre; no será visitado del mal.” Y de nuevo
en Proverbios 14:27 dice, “El temor de JEHOVÁ es manantial de vida,
para apartarse de los lazos de la muerte.” Y Proverbios
14:26 declara, “En el temor de JEHOVÁ está la fuerte confianza, y
esperanza tendrán sus hijos.” En estos versos vemos que el temor del Señor proporciona
vida, seguridad para tus hijos, protección del mal, confianza y
satisfacción. En otras palabras, es un reconocimiento de todo lo que es
Dios, lo cual viene a través de conocerlo a Él y todos Sus atributos. Creo
que el temor de Dios es algo más que su ira y juicios; es muy indispensable
para poder ser personas sabias, la sabiduría no sólo es tener más
conocimientos. Si queremos ser personas sabias, debemos aprender a hacer lo
correcto. "El principio de la
sabiduría es el temor a Jehová." Entonces, temer a Dios es hacer
lo que es correcto de acuerdo a lo que Él dice, imagínense lo que podemos
lograr si tememos a Jehová. Se puede ver que el temor del Señor debe ser
fomentado. Sin embargo, el segundo tipo de temor mencionado en la Biblia no es
beneficioso y debe ser no sólo disuadido, sino derrotado. Este es el “espíritu de cobardía” mencionado
en 2 Timoteo 1:7 donde dice, “Porque
no nos ha dado Dios espíritu de cobardía, sino de poder de amor y de dominio
propio.” Así que podemos ver desde el principio que este “espíritu de
temor” no viene de Dios. Sin embargo, algunas veces estamos temerosos;
algunas veces este “espíritu de temor” nos vence, y para vencer este temor
necesitamos confiar en y amar a Dios totalmente. Primera de Juan
4:18 nos dice, “En el amor no hay
temor, sino que el perfecto amor echa fuera el temor; porque el temor lleva en
sí castigo. De donde el que teme, no ha sido perfeccionado en el amor.” Sin
embargo, nadie es perfecto, y Dios lo sabe. Así que Él ha esparcido
generosamente ánimo contra el temor a través de la Biblia. Comenzando
desde el libro del Génesis y continuando a través de toda la Biblia hasta el
libro de Apocalipsis, Dios nos dice “No temas.” Apocalipsis 21:8 Pero los cobardes
e incrédulos, los abominables y homicidas, los fornicarios y hechiceros, los
idolatras y todos los mentirosos tendrán su parte en el lago que arde con fuego
y azufre, que es la muerte segunda. Y me pregunte ¿cómo es posible que un
cobarde sea castigado al igual que un ateo, asesino, fornicario, brujo,
idolatra o mentiroso?
Miedo y Temor:
¿Cuál es la diferencia?
La palabra miedo proviene del término latino metus. Se trata de
una alteración del ánimo que produce angustia ante un
peligro o un eventual perjuicio, ya sea producto de la imaginación o propio de
la realidad. El
miedo se define como "Recelo o aprensión que alguien tiene de que le
suceda algo contrario a lo que desea es una sensación de alerta y angustia. Esto
quiere decir que es un sentimiento el
cual nos impide hacer algo, porque existe el riesgo de no esperar el resultado
que no obtenemos. Cuando uno tiene miedo
en una situación es porque se siente inseguro de las consecuencias que se
pueden tener por realizar cierta acción. Todos en algún momento hemos tenido
miedo de algo, sentimos esa inseguridad porque existe la probabilidad de perder
algo. Esto le sucedió a la persona que le fue entregado un talento, y por no
querer perderlo lo escondió en la tierra y no le sacó el mayor provecho.
La más grande consecuencia que se puede por tener miedo es que ese miedo
crece y (depende de la situación) te puede llevar a tener sentimientos que
pueden perjudicar tu vida. "El miedo
es el camino al lado oscuro". Cuando tienes miedo, te sientes
inseguro, empiezas a dudar en todo, y para no sentir esa inseguridad tus emociones
empiezan a sentir ira sobre cualquier circunstancia a la que te enfrentas, como
si eso fuera una especie de 'burbuja' que te protege de cualquier ataque; y si
sientes ira, odio y ser violento podrías llegar al grado de asesinar.
Para tratar de evitar el miedo se debe tener:
- · Confianza.- Podemos confiar primeramente en Dios: familia y amigos. Si tenemos confianza, las probabilidades de que el resultado de un riesgo sea negativo serán mínimas.
- · Seguridad.- Yo creo que para sentirnos seguros se necesita tener paz. No hay mayor paz que la que podemos tener en Dios.
Yo he tenido miedo, miedo a equivocarme en decisiones, en obtener malos
resultados por no tomar las mejores decisiones. Es imposible no tener miedo, a
lo mejor no siempre podemos tomar las mejores decisiones. Somos humanos y nos
equivocamos, pero vamos teniendo una mejora por medio de la experiencia de
nuestra fe, la seguridad y la confianza que tenemos en Dios.
El concepto también
se utiliza para nombrar al rechazo o aversión que siente un
individuo a que le pase algo malo u opuesto a lo que pretende para sí mismo y
para sus seres queridos. El miedo es considerado también una emoción primaria,
porque no precisa de aprendizaje y se puede observar en los seres vivos desde
el nacimiento, a través de sus reacciones de sobresalto ante determinados
estímulos. La función psicológica de miedo, reside en evitar un daño personal
que lesione la identidad y la autoestima, y señala la necesidad de poner
un límite, tanto a los actos ajenos como a los propios, termino que discrepo ya que se confunde con el concepto de temor, el miedo es un sentimiento que paraliza todo el ser y es destructivo; lo considero como un estado
mental descrito como una escisión o pérdida de contacto con la realidad.
Refiriéndome al
Temor en relación con el deseo, el temor funciona como señal anticipadora. Esta
emoción, sin embargo, también funciona como un método de
supervivencia ya que pone en alerta a las personas y los
animales frente a una amenaza. La Palabra de Dios cubre muchos diferentes tipos de temor. Dios nos
dice que no temamos estar solos, o estar demasiado débiles, o no ser
escuchados, y no temer por nuestras necesidades físicas. Y estas exhortaciones
continúan a través de la Biblia, cubriendo muchos diferentes aspectos del
“espíritu de temor.” También existe lo
que se conoce como temor irracional.
Este es aquel tipo de temor que se identifica fundamentalmente porque no se
sustenta en nada, es totalmente imaginario, pero sin embargo tiene fuerza para
impedir que alguien haga algo concreto.
Concluyo que el
Miedo, además, que puede transformarse en una fobia. Por regla general aquella
es absolutamente ilógica, no hay una circunstancia que la haga comprenderse. El temor, por lo tanto, no hay que pasar por alto
la existencia de lo que se conoce como temor
de Dios. Pero también se utiliza ese término para referirse al deseo que
todo ser humano tiene de conseguir alcanzar la sabiduría que posee Dios en lo
que respecta al bien y al mal. Entonces, la total y completa confianza en Dios, es la clave para
vencer toda clase de temor. Confiar en Dios es rehusarse a ceder ante el temor.
Es acudir a Dios aún en los tiempos más oscuros y confiar en que Él arregle las
cosas. Esta confianza procede de conocer a Dios y saber que Él es un Dios
bueno, quien sólo quiere dar a Sus hijos cosas buenas . En cuanto a lo referente al sentimiento del Miedo la
psicología ha descrito dos tipos de personas, que no han conseguido mantener un
buen diálogo con sus miedos, y
tienden a utilizar siempre la misma estrategia de afrontamiento; la personalidad fóbica; que se queda
paralizada, y la contra-fóbica, que
se lanza sin pensar. La capacidad para soportar y gestionar el miedo está en
función de los primeros aprendizajes. Las personas que estuvieron expuestas a
elementos estresantes durante mucho tiempo, por ejemplo, suelen desarrollar
ansiedad, definida como una hiper-sensibilidad a cualquier estímulo amenazante,
presentando mayor nerviosismo e hipe-vigilancia.
Ver películas
de terror produce miedo, ansiedad, insomnio, fobias y traumas mentales. Algunas de las
imágenes resultan perturbadoras, dando como resultado trastornos de estrés
postraumático, en especial en personas que se someten a los sufrimientos de los
acontecimientos de la vida real. Si una persona
desarrolla este trastorno después de ver una película, puede no ser capaz de
dibujar una línea entre la realidad de la ficción, podría dar lugar a sufrir depresión. Luego de ver
una película de terror, la persona puede comenzar a temerle a la oscuridad,
además de recaer en llanto, gritos, temblores y náuseas. También la ansiedad
puede hacerse presente, con consecuencias que, en el caso de los niños, se
maniestarán en la edad adulta. Desarrollar fobias a ciertos animales, a la
sangre, la altura y los espacios cerrados y trastornos de estrés postraumático
también pueden ser derivaciones de las películas de terror.
Algunos de los
problemas relacionados con el miedo son:
·
Estrés postraumático
·
Fobia social
·
Ansiedad
·
Estrés
·
TOC
·
Ataques de pánico
Usted debe
identificar sus miedos y las causas del miedo. Algunas causas no son tan obvias
o fáciles de reconocer en la superficie. Hágase preguntas para identificar el
problema real. Por ejemplo, preguntas como ¿qué es el miedo? ¿Cuándo ha sentido
miedo, y como inicia todo? ¿Qué le recuerda ese miedo? ¿Cuándo notó por primera
vez que sentía miedo en su vida?
Como se manifiesta
El miedo te detiene y hace dudar de un logro que podrías tener. El
temor te detiene y te hace pensar si lo que harás es correcto o no.
El miedo es una limitación, si te encuentras en una situación de
riesgo, atrévete! Si crees que si tienes algo que perder, te digo que es mejor
decir "Lo intenté" a decir "Qué hubiera pasado si..". Esto
no quiere decir que en todos los casos te avientes sin saber a lo que vas y lo
que podría suceder, si en una situación crees que podrías hacer un daño o no
pudieras estar haciendo lo correcto, detente! Piensa y medita a dónde te podría
llevar tu decisión. El Miedo, arma poderosa de Satanás...La Fe, arma poderosa
del Cristiano...
En
el lenguaje cotidiano, existe una hipotética escala que ubica al temor como una
emoción más leve que el miedo, y a éste en un nivel inferior al terror. La realidad del miedo no es
tan solo lo que puede significar, sino el daño que puede hacer en nosotros.
Vivir lleno de miedos puede paralizar todos los planes de Dios con nosotros por
nuestra cobardía.
¿Qué significa ser cobarde? Una persona cobarde es aquella que es
temerosa de enfrentarse a alguien o a algo (oscuridad). De tomar una decisión
por sí mismo(a). Es alguien que se escuda detrás de otros, que habla, acusa a
otro sin que aquel este presente. Se avergüenza de que los descubran y nunca
asume su responsabilidad. Es muy arrogante y agresivo cuando está en grupo o
con otros que le apoyan. Pero muy tímido y débil para hablar con alguien frente
a frente. Cobardía es ceder o negociar nuestras
convicciones. Son pocos los que hoy consideran la cobardía como una ofensa a
Dios o daño al prójimo “pecado”. Entre otras razones, esto es porque nos parece
que es un asunto personal que tiene que ver más con el carácter y forma de ser
de ciertas personas. Ni siquiera nos planteamos que tenga que ver con la
relación con Dios o que haga daño al prójimo. Una historia bíblica menos
conocida y menos comentada del patriarca Abraham es la que encontramos en
Génesis 12,10-20, donde Abraham pide a su mujer Sara que mienta a los egipcios
diciendo que es su hermana —por miedo a que le maten. El segundo relato de este
pecado de la cobardía lo encontramos en Mateo 25,14-30. El versículo 18 nos
dice: En cambio, en el que había recibido un talento, tomó el dinero del
amo, hizo un hoyo en el suelo y lo enterró. La continuación de la historia nos
muestra la severidad de Jesús ante la actitud de este hombre que no usó el
talento que Dios le había dado.
Pero los actos de cobardías a los cuales se refiere el Nuevo Pacto son
los actos donde está en peligro nuestra alma. No es cuestión de arrogancia, de
ser agresivo físicamente y de ofender a otros o de hablar mal de otros a sus
espaldas. Muchas personas son cobardes al no aceptar a Cristo en su corazón y
seguirle como El se lo merece (Lucas 9:23-26). Es estar dispuesto a obedecerle
y ser autentico a donde quieras que vayas mostrando valor y orgullo de ser
cristiano, sacrificando ciertas comodidades personales o familiares (Lucas
9:57-62). Es estar dispuesto a evangelizar, colaborar en su obra. Es no estar
escondido y detrás de otros. Es estar dispuesto a cambiar su vida o rutina (2da
Timoteo 1:7-8). Conclusión: Ser cobarde es tan grave como cualquier otro
pecado que nosotros los seres humanos consideramos altamente condenable. Pero
para Dios si lo es y es causal de ser rechazado o aceptado en su reino.
¿Seguirás siendo cobarde o cambiarás de hoy en adelante? Existen varias formas de demostrar cobardía. La más evidente que se
plasma en comportamientos. Más allá de lo que podamos sentir o pensar hay
momentos en los que la situación nos pide actuar y no lo hacemos. Es un reflejo
de “no reacción” por paralización, por inseguridad… podemos poner mil
justificaciones. Esta es la forma más conocida y visible de cobardía. La
cobardía va de la mano del miedo y del conformismo. Son inseparables. Si no hay
miedo detrás, no es cobardía; quizás comodidad o vagancia, pero no cobardía. Se
puede ser cobarde en varias dimensiones de esta actitud. A nivel emocional, a
nivel de comportamiento o incluso a nivel de pensamiento. Se debe entender que
la tasa de suicidios depende más del tipo de sociedad en la que se producen que
de las circunstancias psicológicas de los individuos particulares que optan por
quitarse la vida.
La cierto es que la cobardía tiene una connotación más social que
religiosa. Incluso le ponemos otros nombres para endulzar esta manera de ser,
como diplomacia, astucia o razón. En el caso de Abraham ante el peligro, su
cobardía le lleva a protegerse de lo desconocido con la mentira y en el caso
del hombre que recibió un talento, para protegerse de su cobardía huye de su
responsabilidad enterrando su talento. Las personas con este pecado arraigado
son especialistas en idear escenarios catastróficos debido a las trampas
mentales de este pecado y que se convierten en una tortura que puede
llevar nombres diversos: miedo al cambio, a equivocarse, temor a lo
desconocido, a la soledad, a la crítica, a la hostilidad, al engaño, a no estar
a la altura de lo esperado, a no cumplir con su deber, a la traición, al
castigo después de una equivocación. «Tuve miedo porque estaba desnudo y me
escondí», nos dice el relato de Génesis 3,10. Este miedo es el resultado del
pecado de la cobardía.
Las personas con este pecado arraigado, ante el miedo a lo desconocido,
usan corazas y armaduras que se
llaman mentira, evasión, ambigüedad, para defenderse del peligro
que les acecha. La realidad nos enseña como en la historia de Abraham que la
amenaza o sensación de peligro es muy a menudo más imaginaria que real.
La historia que cuenta Robert Fisher en el pequeño libro El
caballero de la armadura oxidada, es un buen ejemplo de las corazas y armaduras
que las personas que con este pecado se ponen para defenderse. En un momento de
la historia la ardilla le dice al caballero de la armadura oxidada: «Recordad
que el dragón es solo una ilusión».
El pecado de la cobardía es una falta de orientación interna donde las
contradicciones y las ambigüedades son constantes y su consecuencia lógica es
la falta de confianza en uno mismo.
A modo de conclusión un hombre quiere colgar un cuadro pero no tiene
martillo. Piensa entonces en ir a la casa de su vecino para pedirle el martillo
prestado. En ese momento empieza a dudar: Quizá el vecino esté ocupado en ese
momento y se sienta molesto. Además le parece que debe estar enfadado por
alguna razón que desconoce, ya que ayer le saludó sin prestarle mucha atención.
¿Quizá tiene algo contra mí? De hecho, no se en qué le he podido ofender. Va
creciendo en él el enfado contra su vecino. Finalmente va corriendo a casa de
su vecino, toca el timbre y cuando le abre la puerta le grita: «¡Guárdese su maldito
martillo!»
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