31 enero 2018

El fantasma del Temor

·                     Módulo II. Corazon evolución de la conciencia

Por: Carlos A Venegas M.ps
El fantasma del Temor
Para empezar este tema del “temor” que es tan discutido en algunos círculos sociales y religiosos por el concepto tan equivoco que se tienen, he titulado esta nota el fantasmas del temor, si el fantasma, en nuestro campo de la psicología se refiere a los pensamientos que tenemos guardados en nuestra mente, que repasamos una y mil veces hasta quedar exhaustos. Nuestros pensamientos son como canales que nos pueden llevar a tener un estilo de vida. Estos generalmente son pensamientos negativos que hacen referencia a situaciones no resueltas o a acciones que no nos gustaron en el pasado y que nos atormentan, pensamos en algo que nos aterra o que nos llena de temor por el hecho de solamente de tenerlos en nuestro pensamiento. Los fantasmas suelen estar en silencio guardados en la memoria pero aparecen automáticamente cuando estamos en momentos de tensión o estrés, recordándonos las malas experiencias de nuestro pasado. Entonces, cuando más vulnerables estamos, estos pensamientos nos cortan las alas y nos dejan una visión muy borrosa de la realidad actual, sentimos que si fallamos una vez, si cometimos aquel error tan horroroso, nunca podremos levantar cabeza. Los malos momentos nos traen a la cabeza más malos momentos, más recuerdos negativos que en forma de espiral nos llevan cada vez a un estado de ánimo más pesimista: Este pensamiento fantasioso es el común de la gente al guarda en su mente que el Temor es lo mismo que sentir miedo y lo más grave es que nos puede llevar aterrorizarnos, nos atormentan por alguna experiencia  y los asociamos como algo negativo. Lo cierto es que el temor no es un pensamiento negativo si comprendemos de donde viene su origen. Por ello, hacer frente a estos pensamientos fantasiosos va a ser una tarea ardua, que requiere de la implicación plena de la persona. 

El primer paso es identificarlos, para poder analizarlos de forma consciente y saber cómo actúan y en que situaciones aparecen.  En ocasiones, puede resultar difícil reconocerlos porque nos son tan familiares que nunca nos hemos parado detenidamente en cuestionarlos, los hemos interiorizado y ya forman parte de nosotros. Por ello, es importante, llevarlos a la conciencia, saber cuáles son estos pensamientos y saber en qué situaciones suelen aparecer. Hemos de tener en cuenta que nuestros pensamientos son solo ideas que se nos aparecen en la mente de forma automática y en muchas ocasiones incluso sin una estructura lógica. Nosotros somos los que les damos valor y debemos cuestionar su significado. El poder de nuestra mente es asombroso, debemos utilizarlo para crear y no para destruir, limitar o restringir nuestra voluntad. El ser humano siempre está librando batallas en la mente.

Me pregunte qué tiene de común el significado de las palabras temor, miedo y cobardía; no todas se pueden ver como los mismo, es decir sinónimos, aunque lo uno conlleva a lo otro al mirarlo en el campo de la psicología; el temor nos puede llevar al miedo y a su vez el miedo a asumir el acto de cobardía (falto de valor), el temor como sentimiento causa en el alma “impresión espiritual”. Recordemos que  el sentimiento surge como resultado de una emoción que permite que el sujeto sea consciente de su estado anímico. Estos tres conceptos tratare de explicarlos de la mejor manera como nos puede llevar a una perturbación o afecto desordenado del ánimo por la impresión que causa espiritual al no identificar en este caso que tipo específico de temor percibimos.
Veamos la definición más sencilla de Temor (del latín timor) generalmente se interpreta como miedo que se siente, al considerar que algo perjudicial o negativo ocurra o haya ocurrido, la emoción angustiosa por un riesgo imaginario o real, en otras palabras, el temor es lo que nos detiene a hacer algo que está mal y podría perjudicar el bienestar de alguien. Se considera que es una pasión del ánimo que lleva a un sujeto a tratar de escapar de aquello que considera arriesgado, peligroso o dañoso para su persona. El temor, por lo tanto, es una presunción, una sospecha o el recelo de un daño futuro. Hay que tener en cuenta que es una pasión, el concepto se origina del “latín passio” y tiene diferentes interpretaciones entre otras como la acción de padecer, lo que supone una perturbación o afecto desordenado del ánimo.  Pero también se conoce como afición vehemente hacia algo (por ejemplo, “La literatura es mi pasión”) y la inclinación muy fuerte de alguien hacia otra persona (“Te amo con pasión”). Es una necesidad que se crea, de hacer algo, porque existe una fuerza interna que mueve al individuo;  desde lo espiritual. Es importante tener en cuenta que cuando una persona responde a su pasión, su principal intención es satisfacer su deseo y expresar sus sentimientos sin restricciones ni límites. Al tratarse de una emoción primaria, puede decirse que el temor forma parte del esquema adaptativo de los seres humanos y de los animales, ya que representa un mecanismo de supervivencia y de defensa. Gracias al temor, un individuo puede responder con rapidez ante una situación adversa. La principal función de las emociones consiste en ser la guía para poder elegir nuestras respuestas ante las diferentes situaciones que se nos presentan en la vida. Un mismo acontecimiento puede producir diferentes sentimientos y su expresión generar distintas realidadesA las emociones, generalmente, no las elegimos, ya que aparecen como consecuencia de la percepción de un cambio en el ambiente. Su presencia, por lo tanto, está más determinada por los acontecimientos que por la voluntad. Pero una vez surgen, podemos hacer con ellas varias cosas, como negarlas, inhibirlas, falsearlas, disimularlas, controlarlas o simplemente sentirlas y expresarlas abiertamente. En todo caso, cada una de ellas cumple una función concreta. El temor sirve para protegernos de los peligros; la alegría, para fortalecer la autoestima y compartir; la tristeza permite reparar el alma y elaborar el duelo. En general, las principales funciones de los sentimientos y las emociones son:
  • ·         Servir de guía para la conductas
  • ·         Connotar la situación como positiva o negativa
  • ·         Preparar el organismo para la acción
  • ·         Construir el sentido de la realidad y la identidad
  • ·         Facilitar el autoconocimiento
  • ·         Ayudar a dar significado a cada situación y a cada tipo de relación interpersonal
  • ·     Contribuir a la construcción de vínculos y relaciones
  • ·         Comunicar el estado de ánimo
  • ·         Marcar la dirección de los procesos de atención y de memoria



La Biblia tiene mucho que decir acerca del temor ya en ella podemos renovar nuestra mente, ser transformados (algunos se refieren a que nos lavan el cerebro). De hecho menciona dos tipos específicos de temor. El primer tipo es beneficioso y debe ser fomentado. El segundo tipo es un detrimento y no sólo debe ser disuadido sino conquistado. El primer tipo de temor es el temor del Señor. Este tipo de temor no es miedo que signifique estar temeroso de algo. Más bien es una impresionante reverencia por Dios; una reverencia por Su poder y gloria. Sin embargo, también es un apropiado respeto de no ofender su santo nombre; por Su gracia y misericordia. En Proverbios 19:23 dice, “El temor de JEHOVÁ es para vida, y con él vivirá lleno de reposo el hombre; no será visitado del mal.” Y de nuevo en Proverbios 14:27 dice, “El temor de JEHOVÁ es manantial de vida, para apartarse de los lazos de la muerte.” Y Proverbios 14:26 declara, “En el temor de JEHOVÁ está la fuerte confianza, y esperanza tendrán sus hijos.” En estos versos vemos que el temor del Señor proporciona vida, seguridad para tus hijos, protección del mal, confianza y satisfacción. En otras palabras, es un reconocimiento de todo lo que es Dios, lo cual viene a través de conocerlo a Él y todos Sus atributos. Creo que el temor de Dios es algo más que su ira y juicios; es muy indispensable para poder ser personas sabias, la sabiduría no sólo es tener más conocimientos. Si queremos ser personas sabias, debemos aprender a hacer lo correcto. "El principio de la sabiduría es el temor a Jehová." Entonces, temer a Dios es hacer lo que es correcto de acuerdo a lo que Él dice, imagínense lo que podemos lograr si tememos a Jehová. Se puede ver que el temor del Señor debe ser fomentado. Sin embargo, el segundo tipo de temor mencionado en la Biblia no es beneficioso y debe ser no sólo disuadido, sino derrotado. Este es el “espíritu de cobardía” mencionado en 2 Timoteo 1:7 donde dice, “Porque no nos ha dado Dios espíritu de cobardía, sino de poder de amor y de dominio propio.” Así que podemos ver desde el principio que este “espíritu de temor” no viene de Dios. Sin embargo, algunas veces estamos temerosos; algunas veces este “espíritu de temor” nos vence, y para vencer este temor necesitamos confiar en y amar a Dios totalmente. Primera de Juan 4:18 nos dice, “En el amor no hay temor, sino que el perfecto amor echa fuera el temor; porque el temor lleva en sí castigo. De donde el que teme, no ha sido perfeccionado en el amor.” Sin embargo, nadie es perfecto, y Dios lo sabe. Así que Él ha esparcido generosamente ánimo contra el temor a través de la Biblia. Comenzando desde el libro del Génesis y continuando a través de toda la Biblia hasta el libro de Apocalipsis, Dios nos dice “No temas.” Apocalipsis 21:8  Pero los cobardes e incrédulos, los abominables y homicidas, los fornicarios y hechiceros, los idolatras y todos los mentirosos tendrán su parte en el lago que arde con fuego y azufre, que es la muerte segunda. Y me pregunte ¿cómo es posible que un cobarde sea castigado al igual que un ateo, asesino, fornicario, brujo, idolatra o mentiroso? 

Miedo y Temor: ¿Cuál es la diferencia?
La palabra miedo proviene del término latino metus. Se trata de una alteración del ánimo que produce angustia ante un peligro o un eventual perjuicio, ya sea producto de la imaginación o propio de la realidad. El miedo se define como "Recelo o aprensión que alguien tiene de que le suceda algo contrario a lo que desea es una sensación de alerta y angustia. Esto quiere decir que es un sentimiento el cual nos impide hacer algo, porque existe el riesgo de no esperar el resultado que no obtenemos.  Cuando uno tiene miedo en una situación es porque se siente inseguro de las consecuencias que se pueden tener por realizar cierta acción. Todos en algún momento hemos tenido miedo de algo, sentimos esa inseguridad porque existe la probabilidad de perder algo. Esto le sucedió a la persona que le fue entregado un talento, y por no querer perderlo lo escondió en la tierra y no le sacó el mayor provecho.
La más grande consecuencia que se puede por tener miedo es que ese miedo crece y (depende de la situación) te puede llevar a tener sentimientos que pueden perjudicar tu vida. "El miedo es el camino al lado oscuro". Cuando tienes miedo, te sientes inseguro, empiezas a dudar en todo, y para no sentir esa inseguridad tus emociones empiezan a sentir ira sobre cualquier circunstancia a la que te enfrentas, como si eso fuera una especie de 'burbuja' que te protege de cualquier ataque; y si sientes ira, odio y ser violento podrías llegar al grado de asesinar.

Para tratar de evitar el miedo se debe tener:
  • ·         Confianza.- Podemos confiar primeramente en Dios: familia y amigos. Si tenemos confianza, las probabilidades de que el resultado de un riesgo sea negativo serán mínimas.
  • ·         Seguridad.- Yo creo que para sentirnos seguros se necesita tener paz. No hay mayor paz que la que podemos tener en Dios.

Yo he tenido miedo, miedo a equivocarme en decisiones, en obtener malos resultados por no tomar las mejores decisiones. Es imposible no tener miedo, a lo mejor no siempre podemos tomar las mejores decisiones. Somos humanos y nos equivocamos, pero vamos teniendo una mejora por medio de la experiencia de nuestra fe, la seguridad y la confianza que tenemos en Dios. 
El concepto también se utiliza para nombrar al rechazo o aversión que siente un individuo a que le pase algo malo u opuesto a lo que pretende para sí mismo y para sus seres queridos. El miedo es considerado también una emoción primaria, porque no precisa de aprendizaje y se puede observar en los seres vivos desde el nacimiento, a través de sus reacciones de sobresalto ante determinados estímulos. La función psicológica de miedo, reside en evitar un daño personal que lesione la identidad y la autoestima, y señala la necesidad de poner un límite, tanto a los actos ajenos como a los propios, termino que discrepo ya que se confunde con el concepto de temor, el miedo es un sentimiento que paraliza todo el ser y es destructivo; lo considero como un estado mental descrito como una escisión o pérdida de contacto con la realidad.
Refiriéndome al Temor en relación con el deseo, el temor funciona como señal anticipadora. Esta emoción, sin embargo, también funciona como un método de supervivencia ya que pone en alerta a las personas y los animales frente a una amenaza. La Palabra de Dios cubre muchos diferentes tipos de temor. Dios nos dice que no temamos estar solos, o estar demasiado débiles, o no ser escuchados, y no temer por nuestras necesidades físicas. Y estas exhortaciones continúan a través de la Biblia, cubriendo muchos diferentes aspectos del “espíritu de temor.” También existe lo que se conoce como temor irracional. Este es aquel tipo de temor que se identifica fundamentalmente porque no se sustenta en nada, es totalmente imaginario, pero sin embargo tiene fuerza para impedir que alguien haga algo concreto.
Concluyo que el Miedo, además, que puede transformarse en una fobia. Por regla general aquella es absolutamente ilógica, no hay una circunstancia que la haga comprenderse. El temor, por lo tanto, no hay que pasar por alto la existencia de lo que se conoce como temor de Dios. Pero también se utiliza ese término para referirse al deseo que todo ser humano tiene de conseguir alcanzar la sabiduría que posee Dios en lo que respecta al bien y al mal. Entonces, la total y completa confianza en Dios, es la clave para vencer toda clase de temor. Confiar en Dios es rehusarse a ceder ante el temor. Es acudir a Dios aún en los tiempos más oscuros y confiar en que Él arregle las cosas. Esta confianza procede de conocer a Dios y saber que Él es un Dios bueno, quien sólo quiere dar a Sus hijos cosas buenas . En cuanto a lo referente al sentimiento del Miedo la psicología ha descrito dos tipos de personas, que no han conseguido mantener un buen diálogo con sus miedos, y tienden a utilizar siempre la misma estrategia de afrontamiento; la personalidad fóbica; que se queda paralizada, y la contra-fóbica, que se lanza sin pensar. La capacidad para soportar y gestionar el miedo está en función de los primeros aprendizajes. Las personas que estuvieron expuestas a elementos estresantes durante mucho tiempo, por ejemplo, suelen desarrollar ansiedad, definida como una hiper-sensibilidad a cualquier estímulo amenazante, presentando mayor nerviosismo e hipe-vigilancia. 
Ver películas de terror produce miedo, ansiedad, insomnio, fobias y traumas mentales. Algunas de las imágenes resultan perturbadoras, dando como resultado trastornos de estrés postraumático, en especial en personas que se someten a los sufrimientos de los acontecimientos de la vida real. Si una persona desarrolla este trastorno después de ver una película, puede no ser capaz de dibujar una línea entre la realidad de la ficción, podría dar lugar a sufrir depresión. Luego de ver una película de terror, la persona puede comenzar a temerle a la oscuridad, además de recaer en llanto, gritos, temblores y náuseas. También la ansiedad puede hacerse presente, con consecuencias que, en el caso de los niños, se maniestarán en la edad adulta. Desarrollar fobias a ciertos animales, a la sangre, la altura y los espacios cerrados y trastornos de estrés postraumático también pueden ser derivaciones de las películas de terror.


Algunos de los problemas relacionados con el miedo son:
·         Estrés postraumático
·         Fobia social
·         Ansiedad
·         Estrés
·         TOC
·         Ataques de pánico

Usted debe identificar sus miedos y las causas del miedo. Algunas causas no son tan obvias o fáciles de reconocer en la superficie. Hágase preguntas para identificar el problema real. Por ejemplo, preguntas como ¿qué es el miedo? ¿Cuándo ha sentido miedo, y como inicia todo? ¿Qué le recuerda ese miedo? ¿Cuándo notó por primera vez que sentía miedo en su vida?

Como se manifiesta
El miedo te detiene y hace dudar de un logro que podrías tener. El temor te detiene y te hace pensar si lo que harás es correcto o no.
El miedo es una limitación, si te encuentras en una situación de riesgo, atrévete! Si crees que si tienes algo que perder, te digo que es mejor decir "Lo intenté" a decir "Qué hubiera pasado si..". Esto no quiere decir que en todos los casos te avientes sin saber a lo que vas y lo que podría suceder, si en una situación crees que podrías hacer un daño o no pudieras estar haciendo lo correcto, detente! Piensa y medita a dónde te podría llevar tu decisión. El Miedo, arma poderosa de Satanás...La Fe, arma poderosa del Cristiano...
En el lenguaje cotidiano, existe una hipotética escala que ubica al temor como una emoción más leve que el miedo, y a éste en un nivel inferior al terror. La realidad del miedo no es tan solo lo que puede significar, sino el daño que puede hacer en nosotros. Vivir lleno de miedos puede paralizar todos los planes de Dios con nosotros por nuestra cobardía.

¿Qué significa ser cobarde? Una persona cobarde es aquella que es temerosa de enfrentarse a alguien o a algo (oscuridad). De tomar una decisión por sí mismo(a). Es alguien que se escuda detrás de otros, que habla, acusa a otro sin que aquel este presente. Se avergüenza de que los descubran y nunca asume su responsabilidad. Es muy arrogante y agresivo cuando está en grupo o con otros que le apoyan. Pero muy tímido y débil para hablar con alguien frente a frente.  Cobardía es ceder o negociar nuestras convicciones. Son pocos los que hoy consideran la cobardía como una ofensa a Dios o daño al prójimo “pecado”. Entre otras razones, esto es porque nos parece que es un asunto personal que tiene que ver más con el carácter y forma de ser de ciertas personas. Ni siquiera nos planteamos que tenga que ver con la relación con Dios o que haga daño al prójimo. Una historia bíblica menos conocida y menos comentada del patriarca Abraham es la que encontramos en Génesis 12,10-20, donde Abraham pide a su mujer Sara que mienta a los egipcios diciendo que es su hermana —por miedo a que le maten. El segundo relato de este pecado de la cobardía lo encontramos en Mateo 25,14-30. El versículo 18 nos dice: En cambio, en el que había recibido un talento, tomó el dinero del amo, hizo un hoyo en el suelo y lo enterró. La continuación de la historia nos muestra la severidad de Jesús ante la actitud de este hombre que no usó el talento que Dios le había dado.
Pero los actos de cobardías a los cuales se refiere el Nuevo Pacto son los actos donde está en peligro nuestra alma. No es cuestión de arrogancia, de ser agresivo físicamente y de ofender a otros o de hablar mal de otros a sus espaldas. Muchas personas son cobardes al no aceptar a Cristo en su corazón y seguirle como El se lo merece (Lucas 9:23-26). Es estar dispuesto a obedecerle y ser autentico a donde quieras que vayas mostrando valor y orgullo de ser cristiano, sacrificando ciertas comodidades personales o familiares (Lucas 9:57-62). Es estar dispuesto a evangelizar, colaborar en su obra. Es no estar escondido y detrás de otros. Es estar dispuesto a cambiar su vida o rutina (2da Timoteo 1:7-8). Conclusión: Ser cobarde es tan grave como cualquier otro pecado que nosotros los seres humanos consideramos altamente condenable. Pero para Dios si lo es y es causal de ser rechazado o aceptado en su reino. ¿Seguirás siendo cobarde o cambiarás de hoy en adelante? Existen varias formas de demostrar cobardía. La más evidente que se plasma en comportamientos. Más allá de lo que podamos sentir o pensar hay momentos en los que la situación nos pide actuar y no lo hacemos. Es un reflejo de “no reacción” por paralización, por inseguridad… podemos poner mil justificaciones. Esta es la forma más conocida y visible de cobardía. La cobardía va de la mano del miedo y del conformismo. Son inseparables. Si no hay miedo detrás, no es cobardía; quizás comodidad o vagancia, pero no cobardía. Se puede ser cobarde en varias dimensiones de esta actitud. A nivel emocional, a nivel de comportamiento o incluso a nivel de pensamiento. Se debe entender que la tasa de suicidios depende más del tipo de sociedad en la que se producen que de las circunstancias psicológicas de los individuos particulares que optan por quitarse la vida.

La cierto es que la cobardía tiene una connotación más social que religiosa. Incluso le ponemos otros nombres para endulzar esta manera de ser, como diplomacia, astucia o razón. En el caso de Abraham ante el peligro, su cobardía le lleva a protegerse de lo desconocido con la mentira y en el caso del hombre que recibió un talento, para protegerse de su cobardía huye de su responsabilidad enterrando su talento. Las personas con este pecado arraigado son especialistas en idear escenarios catastróficos debido a las trampas mentales de este pecado y que se convierten en una tortura que puede llevar nombres diversos: miedo al cambio, a equivocarse, temor a lo desconocido, a la soledad, a la crítica, a la hostilidad, al engaño, a no estar a la altura de lo esperado, a no cumplir con su deber, a la traición, al castigo después de una equivocación. «Tuve miedo porque estaba desnudo y me escondí», nos dice el relato de Génesis 3,10. Este miedo es el resultado del pecado de la cobardía.
Las personas con este pecado arraigado, ante el miedo a lo desconocido, usan corazas y armaduras que se llaman mentira, evasión, ambigüedad, para defenderse del peligro que les acecha. La realidad nos enseña como en la historia de Abraham que la amenaza o sensación de peligro es muy a menudo más imaginaria que real.
La historia que cuenta Robert Fisher en el pequeño libro El caballero de la armadura oxidada, es un buen ejemplo de las corazas y armaduras que las personas que con este pecado se ponen para defenderse. En un momento de la historia la ardilla le dice al caballero de la armadura oxidada: «Recordad que el dragón es solo una ilusión».
El pecado de la cobardía es una falta de orientación interna donde las contradicciones y las ambigüedades son constantes y su consecuencia lógica es la falta de confianza en uno mismo.
A modo de conclusión un hombre quiere colgar un cuadro pero no tiene martillo. Piensa entonces en ir a la casa de su vecino para pedirle el martillo prestado. En ese momento empieza a dudar: Quizá el vecino esté ocupado en ese momento y se sienta molesto. Además le parece que debe estar enfadado por alguna razón que desconoce, ya que ayer le saludó sin prestarle mucha atención. ¿Quizá tiene algo contra mí? De hecho, no se en qué le he podido ofender. Va creciendo en él el enfado contra su vecino. Finalmente va corriendo a casa de su vecino, toca el timbre y cuando le abre la puerta le grita: «¡Guárdese su maldito martillo!»

Lo cierto es que nuestras creencias forman nuestros pensamientos y nuestros pensamientos nos hacen ver un estilo de vida. “Una vez que creemos en algo, esa creencia suele acompañarnos durante el resto de nuestras vidas, a no ser que la pongamos a prueba”. – Dr. Richard Gillett

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