31 agosto 2020

PROFESIÓN DE LA MEDICINA…CONSEJEROS

 PROFESIONALES DE LA VIDA HUMANA;  llamados a pensar y actuar con integridad

Esta página se actualizo  jul 2020.

Por: Carlos A Venegas M. ps
NECESITO AYUDA 
Introducción. 
En un mundo en plena crisis de valores, hace que se necesitan personas íntegras, que socorran y auxilien a aquellos que están desvalidos, enfermos o sin esperanza. Llámense médicos, psicólogos, profesionales de la salud o guías espirituales que con su profesión son consejeros en la salud y bienestar del ser humano. El campo de la consejería donde tenemos la responsabilidad de orientar a los demás, se ha manifestado una creciente ola de individuos que se disponen a ayudar prevaleciendo los interese personales en lo económico, por una aparente noble causa llevados al protagonismo; a doctrinar y discipular a otros sin la idoneidad y la preparación tanto en el área académica en algunos como también en el área espiritual en la mayoría. En esta sociedad del siglo XXI las personas por su forma de vivir han caído en depresiones profundas llevándolas estar enfermas emocionalmente haciéndolas intolerantes y cautivas en su manera errónea de pensar y actuar incluyendo aquellos consejeros o líderes espirituales que creen estar sanos, cuando observamos que están asumiendo conductas no apropiadas. 

La responsabilidad con uno mismo y con los demás en mantener una actitud correctamente sana es un deber del ser humano y en especial aquellos que somos llamados a ayudar en el área de salud tanto en el cuerpo, alma y espíritu. Brindar ayuda en cualquier de estas áreas del individuo para su sanación es de responsabilidad muy seria y que tiene consecuencias eternas en el área espiritual. Si miramos mas detenidamente el panorama de aquellos que estamos al servicio de la salud sea en el soma, alma o espíritu encontramos que en la mayoría se a degenerado el concepto de ayuda y respeto por el ser humano, violando su dignidad y hasta su voluntad, se manifiesta una insensibilidad por ayudar al prójimo es decir desamor y cuando el individuo asumen una posición de religiosidad (sacerdotes, pastores etc.) se hace notar la falta de respeto con el prójimo. Dependiendo su profesión atenta contra la dignidad de pacientes, subordinados o con los necesitados de ayuda espiritual, algunos no guardan confidencias o como se entiende la confección. Esto si que es más cuestionable por la sociedad en general cuando decimos, que vivimos el cristianismo y no actuamos coherentemente con lo que profesamos, lamentablemente hay cantidad pero no calidad en su manera de vivir, “odres viejos con vino nuevo”. Veamos algunos apuntes sobre los que profesan la medicina en general.

En la profesión de la medicina se habla de ética o bioética pero realmente no se asume una posición integra, en este último sigue ampliándose esa brecha entre la Ciencia y la Tecnología de una parte y las humanidades relacionadas con su Creador de la otra. Ésta fisura hunde sus raíces en la asimetría existente entre el enorme desarrollo tecnológico actual que otorga al hombre el poder de manipular la intimidad del ser humano y alterar el medio, y la ausencia de un aumento correlativo en su sentido de responsabilidad por el que habría de obligarse a sí mismo a orientarse. Se define que la bioética es el examen crítico de las dimensiones morales de decisiones que se toman en un criterio relacionado con la salud, y en contextos que involucran la ciencia biológica. Se refiere a la moralidad de la conducta humana en el área de las ciencias de la vida (Albert Truesdale). 
La moralidad tiene un valor de ayuda limitada en los problemas morales del médico. Los problemas que afectan la conciencia médica son siempre de tal naturaleza que los principios morales no bastan para señalar el curso a seguir. En cierto sentido podría decirse que la medicina es amoral. La ciencia mal asumida nos hace pensar como dioses incluso antes que fuésemos siquiera dignos de pensar en ser humanos. Cuando el médico ejercía el arte de la medicina, no podía extraviarse dentro del complejo hombre-Dios. Ahora que la medicina la han hecho ver como una panacea y que el médico ha pasado a controlar en forma significativa los fenómenos biológicos, tiene en su corazón y en su mano la capacidad de ayudar o dañar al paciente; es muy cierto el riesgo de que sienta la tentación de "jugar a ser Dios". La verdad es que ha estado haciéndolo durante la última década. Por omisión, la sociedad ha asignado al médico el papel de “salvador” algunos hasta de teólogos y moralistas, conocimiento para los que la mayoría no tiene la competencia requerida. El miedo a la enfermedad y a la muerte, auxiliado por la cultivada aura de misterio y el profundo respeto que el ego tiene hacia los logros científicos, ha llevado a seleccionar inconscientemente a la comunidad médica como árbitro de las verdades más fundamentales de la biblia. Estas verdades fundamentales que requieren de la supervisión personal de cada individuo de la sociedad. 
La integridad inviolada del ser humano, a diferencia de los animales, es la responsabilidad personal de cada ciudadano. Delegar la responsabilidad a otros es un presagio de la degradación y destrucción de una sociedad; cometimos este error en lo referente a la ética médica con el consecuente daño a la integridad del hombre. El médico experimenta ahora con su paciente en beneficio de otros pacientes; se ha roto una valla más y producido una creciente influencia deshumanizante en nuestra sociedad. El hombre ha malinterpretado el servir al hombre sin su consciente aprobación. El arte de sanar es la meta, no un medio. El uso de los medios amorales para alcanzar un fin moral va contra de la voluntad de Dios Sostengo que constituye también una práctica repulsiva para nuestra sociedad, y que viola las bases éticas de la humanidad. La práctica de la medicina necesita retomar urgentemente de principios-guías éticos y morales. Las bases éticas que apoyan nuestro orden social son bíblicas en sus orígenes. Pero han sesgado la verdad al sentar la posición de un relativismo moral basado en presunciones humanistas, que nos lleva asumir un pensamiento respecto a la ética humanista de donde proviene las presunciones concernientes al hombre deducido presumiblemente desde la ciencia. Por ejemplo: La posibilidad de que el origen del hombre sea probablemente verificado por la evolución. 

"Dios delegó al médico para curar. "Y hará que sea cabalmente curado" (Éxodo XXI: 19). De este versículo deducimos la autorización concedida a los médicos para que sanen pero debemos tener en cuenta que Dios es soberano en decidir qué medio utiliza para sanar si la conducta del hombre place a Dios, no tendrá necesidad de médicos humanos... (Puesto que Yo, Dios, soy tu médico). 
Algunos médicos con frecuencia ignoran por completo los asuntos espirituales y no comparten a Cristo durante sus consultas, lo cual es una gran injusticia para las personas en necesidad. Sin embargo, debemos reconocer que los asuntos espirituales no pueden ser presentados de repente o bruscamente. El medico deberá ser sensible a la guía del Espíritu Santo, confiar en que "El" mostrara cuando y como discutir los asuntos espirituales.
Si miramos al profesional de la salud como un consejero debe estar basado en los valores absolutos Escriturales, es decir en la Verdad Bíblica sin religiosidad, la vida humana es sagrada y toda organización, congregación, sociedad y cualquier manifestación humana deben ser conducida para dar gloria a Dios, de tal manera que la misma gloria que EI tuvo en un principio cuando creó todas las cosas, le fuese dada a cada momento, y siempre, Y por todos los siglos de los siglos. Ahora, es decir, en el presente, en el día de hoy, siempre, en el curso de la Historia hasta su fin, por todos los siglos: hasta la eternidad. Para el creyente el poder de la presencia del Espíritu Santo en beneficio propio y del prójimo nos lleva a mantener un equilibrio por el respeto y amor hacia los demás afectando como percibe su entorno natural. La falta de solución a este comportamiento se debe a no tomar actitudes correctas es decir sanas, porque no han sido trasformado para renovar su manera de pensar, pues le ha faltado ese toque sobrenatural. 
La práctica de la medicina necesita de principios-guías Bíblicos; éticos y morales. Las bases éticas que apoyan nuestro orden social son bíblicas en sus orígenes. El gran privilegio y la gran obligación de aquellos cuyas vidas están dedicadas al estudio y la enseñanza de estas verdades bíblicas consiste en unirse para la formulación de tales principios guías. (El Rabino Moshe Tendler). 
Veamos la siguiente reflexión; Hacia una conceptualización de la modernidad y la postmodernidad” Ser modernos es vivir una vida de paradojas y contradicciones. Es estar dominados por las inmersas organizaciones burocráticas que tienen el poder de controlar, y a menudo de destruir, las comunidades, los valores, las vidas y sin embargo, no vacilar en nuestra determinación de enfrentarnos a tales fuerzas, de luchar para cambiar su mundo y hacerlo nuestro. Es ser conservador y revolucionario: vitales ante las nuevas posibilidades de experiencia y aventura, atemorizados ante las profundidades nihilistas a que conducen tantas aventuras modernas, ansiosos por crear aun cuando todo se desvanezca (...) La seriedad moderna más profunda debe expresarse a través de la ironía. (Marshall Berman) 
Para concluir referente a “la profesión de la medicina” se valoro y se cuestiono el comportamiento de aquellos profesionales de la salud “postmoderna” especialmente los médicos. Pero a la vez se deja un panorama alentador si asume con honestidad la exhortación anterior y en actitud de reflexión muy profunda, se den la oportunidad de encontrar la razón de vivir como persona, miembro de una familia y profesional al servicio de su comunidad. Según Berman la modernidad se caracteriza por "un desarrollo sin fin de la personalidad y de la sociedad, una transformación incesante de todo mundo interior y exterior. Como miembros de la sociedad moderna somos responsables de la dirección en que nos desarrollamos, de nuestros objetivos y logros, de nuestros costes humanos". 
Pero en la Posmodernidad no sólo retornan los falsos profetas; también retorna Dios. Es lógico que, al entrar en crisis la razón del racionalismo, queden de nuevo abiertas las vías de acceso a la fe que la modernidad clausuró. Como decía Pascal: "el corazón tiene sus razones que la razón no conoce". Si nos consideramos de la generación pos modernista debemos asumir la responsabilidad como profesionales de la vida humana a la transformación de nuestra manera de vivir ya que somos los llamados a ejercer ese “liderazgo-servicio”, considero que la generación pos modernista es llamada ante todo, un nuevo estilo de vida preparándose para vivir en el Reino eterno de nuestro Señor Jesucristo y con mentalidad de consejero, hacia sus pacientes como medio para buscar la salud y bienestar integral del individuo. No son las normas las que hacen el cambio ni tampoco el conocimiento de una ética o bioética, que son los códigos o dogmas de comportamiento que reciben en las aulas universitarias, es la actitud con que se asuma y la humildad para aceptar el cambio de su manera de pensar. Abriéndose la oportunidad de encontrar la esencia del ser humano. 
En el enfoque de la Bioética abierta al Trascendente es la construcción misma de la vida es una construcción teándrica, donde la acción Divina y la humana se entrelazan asumiendo con un carácter de integridad sólo es posible al enfocar en una ética cristiana proveniente de una aplicación de la Escritura a la ciencia médica donde resaltan las actitudes de; Amor y No maleficencia, aplicando la libertad con responsabilidad e investido en Justicia y Gracia, asumiendo Confianza en la Confidencialidad basada en la confesión de la verdad. Al traducir estas acciones en principios pudiéramos hacer la siguiente formulación: 
  • La vida humana es creada por Dios. La persona es imagen de Dios, miembro del Cuerpo de Cristo, ciudadano del pueblo de Dios. 
  • La vida humana se recibe no en propiedad, sino en administración. La vida humana es inviolable desde su concepción hasta su fin natural. 
  • La dignidad de la persona humana es inviolable. Aquí se funda toda la Antropología y la Bioética. 
  • La vida humana debe originarse sólo en el matrimonio y sólo en el acto conyugal. Los cónyuges no son la causa de la vida humana sino los instrumentos de Dios en la comunicación de dicha vida. 
  • La única explicación de la vida y su única fuente es Cristo muerto y resucitado. Desde Cristo la persona humana es capaz de reflexionar, es en sí misma fin y nunca puede ser tomada como medio El sufrimiento y la muerte si se toman unidos a la muerte de Cristo son la única fuente de vida.  
En  el libre albedrío: 
  • La persona humana tiene su libertad y su responsabilidad que debe ejercer para realizarse a sí misma. No hay libertad sin responsabilidad, lo que implica respetar la libertad de un tercero. 
  • La totalidad está sobre la parte y hay veces que hay que renunciar a la parte en aras de la totalidad. 
  • La persona humana es solidaria y debe tender hacia el bien común. En este contexto se aceptan y se justifican los tres principios de la posición de la Bioética subjetivista, a saber, la autonomía, la beneficencia y la justicia. 
  • La persona humana es la síntesis del universo y es quien da razón de todo lo que existe. Las ciencias y las técnicas biomédicas actuales deben estar al servicio de la vida humana y no viceversa; son para construir al hombre y nunca para destruirlo. 
  • El cuerpo es bueno es una creación como lo es la mente, la voluntad y las emociones. Su energía es moralmente neutra pero puede y debe usarse para propósitos Divinos. Su placer es otorgado por Dios, el cual no debe rehuirse. El cuerpo es fuente de santidad. 
Porque habéis sido comprados por precio; glorificad, pues, a Dios en vuestro cuerpo y en vuestro espíritu, los cuales son de Dios. 1Co 6:20
   

    Publicados • 31 ene. 2012
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