Por Carlos A Venegas Maturana ps.
A
raíz del plebiscito por la paz en Colombia, los ciudadanos se están dividiendo
en el SI o en el NO llegando a un punto de violencia, verbal y psicológica. Duro
trabajo le corresponderá a los que están en el campo de la psicología de la
paz. "Colombia
ha sido un país violento" por naturaleza, al mirar su historia. Frente al
plebiscito en el que el próximo 2 de octubre los colombianos dirán SI o NO, por
lo que se votará no es por la paz, sino por un acuerdo específico con la narcoguerrilla
de la FARC. Una cosa es un acuerdo de cese al fuego y otra es implantar un
modelo de paz, como se ha pretendido en este gobierno. Lo cierto es que el
plebiscito se está enredando por si solo al presentarse una errónea interpretación sobre lo que es la paz. A. J. Muste (1885-1967) dijo: «No hay un camino hacia la paz, la paz es
camino».
Las dificultades que se presentan al tratar de definir el
concepto de paz puede explicar por qué son tan pocos los intentos de medir el
estado de paz en las diferentes naciones del mundo. Ya que la paz es definida como
la ausencia de violencia. Y es que la violencia se ha enraizado en la
mentalidad colombiana hasta el punto de hablar de paz ya es un acto que genera
intolerancia para aquellos que no están de acuerdo con la síntesis de su interlocutor. Benito Juárez, presidente mexicano, dijo «el respeto al derecho ajeno es la paz».
En el origen etimológico de los saludos: Shalom en hebreo y Salam en árabe
significan «paz» o «La paz esté contigo» o «con vosotros» (cf. Gn 29, 6) y
también se emplean como despedida, significando entonces ve en paz o id
en paz; en cambio, salve, el saludo latino, es un deseo de salud,
cuando usa la expresión Shalom («paz» en hebreo), especialmente
en los saludos, se refiere a un bienestar material y de espíritu y en este sentido no se opone a la guerra. Tal
paz solo puede venir de Dios mismo que quiere darla en compensación por la
fidelidad de su pueblo a la Alianza aun cuando la paz en su sentido más pleno
se espera para los tiempos del Mesías que es llamado Príncipe de
la paz (cf. Is 9, 6). Sin embargo, es por la unión con Cristo y la
reconciliación que Él ha obtenido que se puede hablar de verdadera paz entre
todos sean estos judíos o gentiles (cf. Rm 5, 1-5, Ef 2,
14-22). Es generalmente definida, en sentido positivo, como un estado de
tranquilidad o quietud, y en sentido opuesto como ausencia de inquietud,
violencia o guerra. Por su parte Jesús da un sentido más profundo a
la paz en el Nuevo Testamento, afirmando que Él mismo es poseedor de ella y
puede darla a sus discípulos "La paz les dejo, Mi paz les doy; no se la
doy a ustedes como el mundo la da. No se turbe su corazón ni tenga miedo.
(Jn 14:27). Esta paz es de una naturaleza diferente a la
ofrecida por el mundo (poder, fama, bienes materiales, prosperidad, salud, etc)
y solo podría ser obtenida por medio de la fe y la obediencia en Él. Esta
versión de una paz divina y sobrenatural parece ser afirmada por Pablo de Tarso en
una de sus cartas (Flp 4:7), pues escribe en ella que la paz de Dios sobrepasa
todo entendimiento y por lo tanto se entiende que está fuera de la lógica
humana, porque se mide en el amor de Él.
Para los que son escépticos a lo
anteriormente mencionado veamos el concepto también muy relacionado en el libro oracular chino I Ching, Yijing o I
King lo opuesto a la paz es el estancamiento. Simbólicamente, esto indica
que la paz no es un absoluto, sino una búsqueda permanente. Y además, indica
que el conflicto no es lo opuesto a la paz. Por otro lado la Paz (del latín pax),
definida en sentido positivo, es un estado a nivel social o personal, en el
cual se encuentran en equilibrio y estabilidad las partes de una unidad.
También se refiere a la tranquilidad mental de una persona o sociedad; definida
en sentido negativo, es la ausencia de inquietud, violencia o guerra.
En el caso de nuestra nación el plebiscito por la paz a mostrado que la población está enferma en su
estado de ánimo (es una actitud o disposición emocional en
un momento determinado.) Ya que no es una situación emocional transitoria.
Es un estado, una forma de permanecer, de estar, cuya duración es
prolongada y destiñe sobre el resto del mundo psíquico. No podemos pretender
que se sane de un día para otro o con un acuerdo bilateral donde sus partes están
viciadas.
Por ultimo al hablarse
de una paz social como consenso:
el entendimiento tácito para el mantenimiento de unas buenas relaciones,
mutuamente beneficiosas, entre los individuos;
y a distintos niveles, el consenso entre distintos grupos, clases o estamentos
sociales dentro de una sociedad.
En el plano colectivo, la «paz» es lo contrario de la guerra estado
interior (identificable con
los conceptos griegos de ataraxia y sofrosine)
exento de sentimientos negativos (ira, odio,
venganza etc). Ese estado interior
positivo es deseado tanto para uno mismo como para los demás, hasta el punto de
convertirse en un propósito o meta de vida. Martin
Luther King escribió en su Carta de Birmingham, escrita en prisión: «la verdadera paz no es simplemente la
ausencia de tensión: es la presencia de justicia».
SEPA QUE:
El estado de ánimo sufre oscilaciones
a lo largo del tiempo. Cuando sucede dentro de unos límites normales se
denomina eutimia. Cuando es anormalmente bajo se llama depresión. Cuando es
anormalmente alto se llama hipomanía o manía. La alternancia de fases de
depresión con fases de manía se llama trastorno afectivo bipolar. La pregunta
es ¿De qué paz estamos hablando? Cuando nuestro estado de ánimo esta…….
No hay comentarios:
Publicar un comentario