Para poder explicar la problemática
que tiene el ser humano en su mente (guerra de pensamientos), y de saber cómo
actuar ya que su arraigado comportamiento así el mal hace que su vida se torne
complicada y desastrosa (por lo cual paso de ser infinita a ser finita su
existencia). La creencia generalizada es que “Tú puedes mover el mundo con tus pensamientos. Puedes curar tus
enfermedades o puedes enfermar con tus pensamientos” Cuanto más
fuertes y persistentes son tus pensamientos más repercusión tendrán en tu
vida y en la de los demás. Hay una relación directa entre la
intensidad, y la intención de nuestros pensamientos, con los
resultados que se obtienen donde se salen de nuestro control, lo cierto
es que el cuerpo interfiere con estos postulados más de lo que nos imaginamos.
Demostrare (en mi experiencia de haber
padecido una enfermedad, cáncer.) como el cuerpo tiene control sobre la mente
humana por medio de los órganos de los sentidos corporales, aunque muchos
desconocen su eficacia para influenciar la mente y el corazón humano y por ende
su comportamiento. El mundo es objetivo y real, siendo captado por
los sentidos, estos reciben las formas sensibles de
la naturaleza pero sin su materia. El sentido humano son
aquellos órganos que puede recibir formas sensibles sin su materia, el
sentido al recibir cualquier cosa, sufre el influjo del objeto que tiene color
o sabor o sonido, pero no en cuanto a esta o aquella substancia, sino en cuanto
tiene tal cualidad y forma. Un sentido es una vía fisiológica particular por la
que respondemos a un tipo de fuerza espiritual (energía) específica proveniente
del mundo físico o social. Aunque los estímulos sensoriales
pueden ser los mismos, para todas las personas, cada una de ellas percibirá
cosas distintas. Por otra parte, la capacidad sensitiva viene definida por los umbrales de la sensación - percepción, es decir,
¿a partir de qué intensidad de estímulos comenzamos a percibir algo? En tal
sentido pueden distinguirse tres umbrales: máximo, mínimo y diferencial.
Para que haya sensación es
necesario también que se produzca una separación entre el órgano sensorial y el
objeto sensible: el medio. Éste varía según la naturaleza propia de la facultad
sensible: aire para el sonido y el color. Aire
y agua para el olor. Medio líquido para el sabor y
aire tierra y agua para el tacto. También se define en términos de la
respuesta o reacción, DIRECTA O INMEDIATA, de los órganos de los sentidos,
provocada por un estímulo. Es el Proceso
fisiológico por el cual la información física recibida,
se convierte en
información nerviosa. Que además es una
actividad primaria y cognoscitiva original que capta ciertos caracteres
concretos de los cuerpos; o también a actividad psíquica causada por la
estimulación de un órgano
sensorial, por la que conocemos ciertas propiedades sensibles de los
cuerpos (sensibles propios y comunes). Como
acto cognoscitivo no es un estado afectivo. Si
bien dolor y placer implican conocimiento más bien pertenecen al orden de la
afectividad o de los apetitos sensibles. Concretando los órganos
sensoriales, son órganos sensitivos, especializados en recibir estímulos del mundo
exterior y transmitirlos en un impulso a través de las vías nerviosas hasta
el sistema nervioso central donde se procesa y se genera la respuesta
y el propio conocimiento. Los órganos de los sentidos nos proporcionan la
información vital que nos permite relacionarnos con el mundo que nos rodea formando
en nuestra mente ideas, costumbres, hábitos y sobretodo creencias.
Esto, por medio de las sensaciones, que son el mecanismo que tiene nuestro
cuerpo para procesar todos los estímulos que recibe: luz, visiones, sonidos,
sabores, frío o calor, dolor, olores, incluso las caricias, cosquillas y
besos.
Con
esta sinopsis de introducción para exponer este tema, a continuación me baso en
la única explicación entendible y veras que a podio obtener la ciencia (creacionista)
para explicar la creación de la vida; la trascendencia de la existencia del ser
humano en el fundamento del génesis de lo creado y de su Creador, expongo lo siguiente. Dios creó al
hombre con un espíritu, alma y cuerpo a fin de que el hombre pudiera
contener a Dios (YHWH) y le expresara su amor. Cada parte del hombre originalmente era pura. No
obstante, cuando Adán y Eva comieron del árbol del conocimiento del bien y
del mal, sucedió algo terrible. Tomaron la naturaleza de rebelión contra Dios,
el carácter pecaminoso del adversario (satanás y los demonios). Esto causo
muerte en su espíritu dejando un vacío interior,
dañó su alma al tener una dualidad del bien y el mal y corrompió su cuerpo
deteriorándolo (vejes, enfermedad y muerte), esta parte cambiando su rol de
sujeción por opresión sobre sus otras partes, alma y espíritu usando sus
sentidos para seducir, trasmitir información al alma por medio de lo
externo (mundo) logrando tener poder su carne (el cuerpo) sobre sus otras
partes; ante este argumento me atrevo definir que el carácter está impreso en
el alma y el espíritu de cada persona, mientras que lo que conocemos como
temperamento (argumento no científico) está arraigado
en el cuerpo y sus manifestaciones obras de la “carne” todo esto es una
unidad llamada personalidad. Es claro que el cuerpo
se manifiesta por medio de los sentidos sin ellos seriamos seres inertes,
en su actuar se percibe el comportamiento de una persona, este comportamiento
se le conoce como obras de la carne (bíblicamente) que obra con poder
controlando la mente, emociones y voluntad, el alma
es esclava de su Yo carnal egocentrista.
Al profundizar en el área científica se
explica cómo funciona la mente y que labor hacen los sentidos, encontramos que el cerebro humano
que hace parte del cuerpo es el que recibe información por medio de los
sentidos, estos a su vez recogen todo lo que
perciben del
mundo exterior entre otros las obras de la “carne” este órgano hace
parte del sistema nervioso central y que forma parte del centro de control de
todo el cuerpo. También es responsable del pensamiento, la memoria, las emociones,
el habla y el lenguaje consta de dos hemisferios, unidos por el cuerpo calloso,
que se hallan relacionados con áreas muy diversas de actividad y funcionan de
modo muy diferente, aunque complementario. Podría decirse que cada hemisferio, en cierto sentido, percibe su propia
realidad; o quizás deberíamos decir que percibe la realidad a su manera
“sus creencias”. Ambos utilizan modos de cognición de alto nivel. En cierto
modo, que cada uno de nosotros tiene dos mentes
conectadas e integradas por el cable de fibras nerviosas que une ambos
hemisferios. Ningún hemisferio es más importante que el otro. Para poder
realizar cualquier tarea necesitamos usar los dos hemisferios, especialmente si
es una tarea complicada. Lo que se busca siempre es el equilibrio. El aparente
equilibrio se da como resultado de conciliar polaridades en este caso el
conocimiento del Bien y el mal con un arbitramiento llamado conciencia, y no
mediante tratar de eliminar una de ellas. Cada hemisferio cerebral tiene un
estilo de procesamiento de la información que recibe. Por
otra parte, los órganos de los sentidos de la vista, el gusto, el olfato y el oído,
están conectados directamente al cerebro mediante los nervios craneales, el del
tacto pasan antes por la médula espinal. Los
órganos de los sentidos son la vía de entrada de toda la información que
proviene del exterior y que le permite al cerebro desarrollar su inteligencia,
sus emociones y sus sentimientos. Gracias a los sentidos podemos:
– Comunicarnos con todo lo que nos
rodea, bueno o malo.
– Saber cómo son las cosas con lujo de detalle.
– Aprender, al registrar en nuestro cerebro lo que vemos, oímos, olemos, sentimos y saboreamos diariamente.
– Cuidarnos y detectar a tiempo cualquier peligro.
– Gozar de la creación y todo lo que es visible.
– Conocer y convivir con todas las personas.
– Saber cómo son las cosas con lujo de detalle.
– Aprender, al registrar en nuestro cerebro lo que vemos, oímos, olemos, sentimos y saboreamos diariamente.
– Cuidarnos y detectar a tiempo cualquier peligro.
– Gozar de la creación y todo lo que es visible.
– Conocer y convivir con todas las personas.
¿Cómo funcionan? Los sentidos
transmiten todo lo que perciben y el cerebro lo ordena para convertirlo en un
conocimiento, lo almacena, lo clasifica en la mente (consiente, subconsciente e
inconsciente) y lo utiliza cuando es necesario por medio de emociones y de su
voluntad.
¿En qué se basan los mecanismos con los
cuáles funcionan éstos sentidos? Todo
reside en la estructura de la red de neuronas sensoriales, que tiene como
terminal la superficie cutánea, o bien al interior de los órganos principales
de los distintos sentidos (como lo son los ojos para la vista, la lengua para
el gusto y la nariz para el olfato). Así, en la flora de la dermis, se ubican
en sitios específicos, tejidos de células especializadas-neuronas sensoriales-,
que se accionan según el tipo de receptor que conformen, y según la magnitud
del estímulo aplicado. Así, llamamos receptor, al tejido neuronal
especializado, que tiene la capacidad de recibir y responder ante estímulos de
distinta naturaleza.
Para darle solides a nuestra tema
transcribo la “caída del ser humano”; Génesis 3; 4 Pero la serpiente le dijo a la
mujer:—¡No es cierto, no van a morir! 5 Dios sabe muy bien que,
cuando coman de ese árbol, se les abrirán los ojos y llegarán a ser como
Dios, conocedores del bien y del mal. 6 La mujer vio que el fruto del árbol era bueno para comer, y que tenía buen
aspecto y era deseable para adquirir
sabiduría, así que tomó de su fruto y comió.
Luego le dio a su esposo, y también él comió. 7 En ese momento se les abrieron los ojos, y tomaron conciencia de su desnudez. Por eso,
para cubrirse entretejieron hojas de higuera.
Como se puede apreciar los órganos de
los sentidos pueden engañarse por medio de una información errónea o por una
idea preconcebida, logrando que el cuerpo del individuo se someta a esa
percepción. Nada es lo que parece, resulta
ser muy cierto, desde la filosofía se plantea que los sentidos nos engañan,
pero esto tiene una base biológica. A veces, el engaño es causado por
alteraciones o lesiones en los órganos (tumores), otras veces por problemas
químicos o eléctricos en el cerebro (enfermedades mentales). También ocurren
por el consumo de sustancias psicoactivas que alteran la percepción, como los
alucinógenos". Pero y si no tienes ninguna enfermedad, ni a consumido o
tomado nada raro, y sin embargo descubres que los sentidos te engañan, es
porque así es el mundo seduce y engaña. Además contamos con la “percepción extrasensorial” (por sus siglas en
inglés ESP) el supuesto uso de poderes sobrenaturales para obtener conocimiento
como son la Precognición o la Clarividencia. Ancestralmente
siempre se ha relacionado el uso de estos poderes con alguna deidad o poder
diabólico, es decir hacer contacto con el mundo espiritual.
En resumen de lo hablado se podría decir
que todo se basa en los conocidos receptores sensoriales son terminaciones
nerviosas especializadas, ubicadas en los órganos sensoriales (como
la lengua, la piel, la nariz, los ojos, el oído,
etc.). Son los encargados de recibir el estímulo para llevar la información y
obtener una respuesta ya sea interna o externa, capaces de captar estímulos internos
o externos que podrían ser guiados por motivación propia o de un ente
espiritual y generar un impulso nervioso y sensaciones. Este impulso es
transportado al sistema nervioso central y procesado en distintas
áreas dentro de la corteza cerebral (La corteza o córtex
cerebral es el tejido nervioso que cubre la superficie de los hemisferios
cerebrales.) Es aquí donde ocurren la percepción, la imaginación, el
pensamiento, el juicio y la decisión. , para proporcionar al individuo
información de las condiciones ambientales que lo rodean y generar una gran
respuesta apropiada, es el taller donde se elabora todo acto bueno o malo. Es
decir, los receptores sensoriales son células nerviosas especializadas en
transformar señales fisicoquímicas a señales electrónicas, convirtiendo la
energía física en un potencial eléctrico mediante un proceso que se
denomina transducción de señal. En función de su estructura, los
receptores pueden ser clasificados en 2 tipos: los libres y encapsulados.
Los receptores libres suelen llegar hasta la superficie de la piel, son
ramificaciones nerviosas que se distribuyen a lo largo y ancho de una región.
Los encapsulados son terminales nerviosas enclaustradas en un tejido conjuntivo
con forma de elipsoide, o bien, una cápsula. Además, por medio de canales
iónicos guiados por el cableado nervioso, se producen potenciales
eléctricos que son proporcionales al estímulo aplicado; pero solo los
estímulos que se apliquen con la intensidad suficiente como para superar el
umbral de acción de la neurona, se transmitirán al sistema nervioso, y luego al
cerebro, esta acción hace que el cuerpo mantenga el control en la mente. Así,
el potencial de acción neuronal (el disparo) evoluciona temporalmente como una
delta de dirac (o función
delta de Dirac es una distribución o función generalizada
que define un funcional en forma de integral sobre un cierto espacio de
funciones). Últimas investigaciones de la neurociencia
el cometer conductas pecaminosas puede tener su explicación en las sustancias
que produce nuestro organismo el cerebro que hace parte de nuestro cuerpo que
desentrañan sorprendentes relaciones entre nuestra conducta y el cerebro. Cada
acto realizado son fruto de decisiones conscientes “salvo casos extremos de
perturbación mental, ocurren con el conocimiento del pecador”. Las numerosas
sustancias que obran en el cerebro mantienen un equilibrio entre dos funciones,
“los sistemas de excitación y los de inhibición”, señala la doctora Anabel
Jiménez, investigadora de neurociencias en la UAM-I. Algunas, como la
adrenalina, hacen que el cerebro se prepare para responder a una agresión
inminente, o la sustancia llamada ácido gamma-aminobutírico (GABA), que permite
que el individuo se mantenga despierto. Una de las sustancias que corren
por el cerebro es la hormona oxitocina, distinta a la que circula en la sangre.
Se determinó que aquella influye en el sistema límbico, estructura encargada de
modular conductas como la empatía y la antipatía; el agrado o el desagrado por
aquello que percibimos mediante los sentidos. Así, se determinó que el ciclo de
producción y sensibilidad a la oxitocina puede cambiar después del nacimiento.
El ciclo de operación y estructura de la neuronas puede alterarse si un bebé no
recibe suficiente afecto, disminuyendo su producción de oxitocina, lo cual
desencadena, posteriormente, cambios en su conducta, haciéndolos incluso más
egoístas. Queda con todo el avance de las neurociencias, comprendidos los
mecanismos que desencadenan la interacción de los seres neuronados con el medio
ambiente, pero aún queda como misterio el fenómeno de la conciencia.
Dentro de mi experiencia al estar
enfermo y sometido a un tratamiento largo y complicado, hubo momentos donde
quería salirme del hospital, desistir del tratamiento por todas las molestias, dolores
que ejercía mi cuerpo, desequilibrio de algunos órganos, por más que mi mente
trataba de controlar ese dolor y hubo momentos descontrol emocional
donde
mi cuerpo tenía el control y no mi mente. Detectar las sensaciones corporales y
los pensamientos que nos invaden antes de perder el control nos ayudará a
darnos cuenta de cuando es el momento de poner en práctica dominio propio para
evitar actuar en contra de nuestros intereses. Debemos responsabilizarnos de lo
que pensamos, sentimos y hacemos. Por eso es necesario no dejarnos arrastrar
por todo lo que percibimos. ¿Cómo influye la actitud de las personas en la percepción? Si una persona es negativa, su percepción de las cosas será negativa, atada o encadenada. Es decir podrá estar frente a maravillas, pero el solo vera problemas. Si su actitud es positiva con la fe en su Salvador, la persona estará frente a grandes problemas, pero siempre encontrará una solución, ya que su percepción es positiva en la obra de nuestro Redentor.
Para lograr una sana y sólida comprensión del
término obras de la "carne"
requiere examinar su uso y definición en las Escrituras, y que se manifiesta en
la vida de ser humano como lo reitero por medio de los órganos de los sentidos
y las consecuencias que produce, y cómo se la puede superar en definitiva. La
palabra griega para "carne" en el Nuevo Testamento es sarx, un
término que puede a menudo en las Escrituras referirse al cuerpo físico. La
vista de la Biblia de la naturaleza humana difiere de la filosofía griega en
que la Escritura dice que la naturaleza física y espiritual de la humanidad era
originalmente buena. Por el contrario, los filósofos tales como Platón vieron
un dualismo o dicotomía en la humanidad. Tal pensamiento eventualmente produjo
una teoría que el cuerpo (el físico) era malo, pero el espíritu de una persona
era bueno. Esta enseñanza influyó en grupos como los gnósticos que creyeron que
el mundo físico fue creado por error por un semidiós llamado el
"Demiurgo". Los gnósticos se opusieron a la doctrina de la
encarnación de Cristo porque creían que Dios nunca tomaría una forma física, ya
que el cuerpo era malo. El apóstol Juan encontró una forma de esta enseñanza en
su día y advirtió contra él: "Amados, no creáis a todo espíritu, sino
probad los espíritus si son de Dios; porque muchos falsos profetas han salido
por el mundo. En esto conoced el Espíritu de Dios: Todo espíritu que confiesa
que Jesucristo ha venido en cuerpo “carne”, es de Dios; y todo espíritu que no
confiesa que Jesucristo ha venido en cuerpo “carne”, no es de Dios; y este es
el espíritu del anticristo, el cual vosotros habéis oído que viene, y que ahora
ya está en el mundo" (1 Juan 4:1-3). Así en contrario al pensamiento
griego, la Biblia dice que la naturaleza del hombre, tanto física como
espiritual, eran buenas, sin embargo, ambas fueron afectadas negativamente por
el pecado. El resultado final del pecado es una naturaleza que a menudo se
denomina las obras de la "carne" en las Escrituras — algo que se
opone a Dios y busca gratificación pecaminosa.
mi experiencia |
¿Cómo
se manifiesta las obras de la carne? La Biblia responde
a la pregunta de esta manera: "Y manifiestas son las obras de la carne,
que son: adulterio, fornicación, inmundicia, lascivia, idolatría, hechicerías,
enemistades, pleitos, celos, iras, contiendas, disensiones, herejías, envidias,
homicidios, borracheras, orgías, y cosas semejantes a estas; acerca de las
cuales os amonesto, como ya os lo he dicho antes, que los que practican tales
cosas no heredarán el reino de Dios" (Gálatas 5:19-21).
Ejemplos del resultado de la obra de la carne en el mundo son evidentes. Considere unos tristes hechos tomados de una encuesta reciente sobre el efecto de la pornografía en los Estados Unidos. Según el estudio, cada segundo en los Estados Unidos:
$3.075,64 se gasta en la pornografía. 28.258 usuarios del Internet están viendo pornografía. 372 usuarios del Internet están escribiendo los términos de búsqueda para adultos en motores de búsqueda y cada 39 minutos, un nuevo video pornográfico está siendo creado en los Estados Unidos. Dichas estadísticas subrayan la declaración hecha por el profeta Jeremías, quien lamentó que "Engañoso es el corazón más que todas las cosas, y perverso; ¿quién lo conocerá?" (Jeremías 17:9). Es una fuerza interior compulsiva heredada de la caída del hombre, conocimiento del mal por medio de los órganos de los sentidos, que se expresa en rebelión general y específica contra Dios y Su justicia. Las obras de la carne nunca pueden ser reformadas o mejorada. La única esperanza para escapar de la ley de la carne es su ejecución total y su sustitución por una nueva vida en el Señor Jesucristo." Podemos ver que el apóstol Pablo se percató acerca de la carne en Romanos 7: “Pues yo sé que en mí, esto es, en mi carne, no mora el bien”. (v. 18). La carne aquí es el cuerpo humano caído y corrupto, junto con todas sus concupiscencias. Esta carne no fue creada por Dios, sino que es una mezcla de lo que Dios creó y el pecado, como pecado personificado, está en la carne del hombre, haciendo su hogar allí, y reinando como dueño ilegal, dominando al hombre y obligándole a hacer lo que no le gusta. Este pecado que reside en todos los hombres, el cual es la naturaleza maligna que no se puede cambiar, es lo que los constituye pecadores ”. Cuando recibimos a Cristo como nuestro Salvador, nuestros pecados son perdonados, y somos limpios y salvos. No obstante, ¿qué sucede con nuestra carne? ¿Puede ser reparada? ¿Acaso somos libres de los deseos de la carne una vez que nacemos de nuevo? La respuesta a estas preguntas es muy importante para nuestra vida cristiana. Después de ser salvos, nuestra carne permanece exactamente igual a antes de serlo, es decir, aún es pecaminosa y llena de concupiscencias. Esto se debe a que una vez que recibimos al Señor como nuestro Salvador, nacimos de nuevo en nuestro espíritu humano con el Espíritu divino de Dios, pero nuestra carne continúa siendo carne. “Lo que es nacido de la carne, carne es; y lo que es nacido del Espíritu, espíritu es” (Jn. 3:6).
Ejemplos del resultado de la obra de la carne en el mundo son evidentes. Considere unos tristes hechos tomados de una encuesta reciente sobre el efecto de la pornografía en los Estados Unidos. Según el estudio, cada segundo en los Estados Unidos:
$3.075,64 se gasta en la pornografía. 28.258 usuarios del Internet están viendo pornografía. 372 usuarios del Internet están escribiendo los términos de búsqueda para adultos en motores de búsqueda y cada 39 minutos, un nuevo video pornográfico está siendo creado en los Estados Unidos. Dichas estadísticas subrayan la declaración hecha por el profeta Jeremías, quien lamentó que "Engañoso es el corazón más que todas las cosas, y perverso; ¿quién lo conocerá?" (Jeremías 17:9). Es una fuerza interior compulsiva heredada de la caída del hombre, conocimiento del mal por medio de los órganos de los sentidos, que se expresa en rebelión general y específica contra Dios y Su justicia. Las obras de la carne nunca pueden ser reformadas o mejorada. La única esperanza para escapar de la ley de la carne es su ejecución total y su sustitución por una nueva vida en el Señor Jesucristo." Podemos ver que el apóstol Pablo se percató acerca de la carne en Romanos 7: “Pues yo sé que en mí, esto es, en mi carne, no mora el bien”. (v. 18). La carne aquí es el cuerpo humano caído y corrupto, junto con todas sus concupiscencias. Esta carne no fue creada por Dios, sino que es una mezcla de lo que Dios creó y el pecado, como pecado personificado, está en la carne del hombre, haciendo su hogar allí, y reinando como dueño ilegal, dominando al hombre y obligándole a hacer lo que no le gusta. Este pecado que reside en todos los hombres, el cual es la naturaleza maligna que no se puede cambiar, es lo que los constituye pecadores ”. Cuando recibimos a Cristo como nuestro Salvador, nuestros pecados son perdonados, y somos limpios y salvos. No obstante, ¿qué sucede con nuestra carne? ¿Puede ser reparada? ¿Acaso somos libres de los deseos de la carne una vez que nacemos de nuevo? La respuesta a estas preguntas es muy importante para nuestra vida cristiana. Después de ser salvos, nuestra carne permanece exactamente igual a antes de serlo, es decir, aún es pecaminosa y llena de concupiscencias. Esto se debe a que una vez que recibimos al Señor como nuestro Salvador, nacimos de nuevo en nuestro espíritu humano con el Espíritu divino de Dios, pero nuestra carne continúa siendo carne. “Lo que es nacido de la carne, carne es; y lo que es nacido del Espíritu, espíritu es” (Jn. 3:6).
Mientras vivamos en este cuerpo, esta vida física,
nuestra carne permanecerá igual. Nunca mejora y nunca cambia, no importa cuánto
tiempo tengamos de ser salvos o cuánto hayamos crecido en el Señor. Filipenses 3:20-21 nos dice:
“Más
nuestra ciudadanía está en los cielos, de donde también esperamos con anhelo al
Salvador, al Señor Jesucristo; el cual transfigurará el cuerpo de la
humillación nuestra para que sea conformado al cuerpo de la gloria Suya, según
la operación de Su poder, con la cual sujeta también a Sí mismo todas las
cosas”.
La salvación completa que Dios efectúa
prometida en esta palabra incluye nuestro cuerpo caído. Pero por ahora, nuestra
carne sigue siendo la carne pecaminosa que domina nuestra alma. Tres enemigos
tenemos que son Satanás, el mundo y la carne. En el libro de Romanos, un libro
escrito a los creyentes, Pablo claramente advierte a los creyentes a protegerse
no sólo del pecado, sino del pecado que se esconde en su propia carne.
“No reine, pues, el pecado en vuestro cuerpo mortal, de modo que
obedezcáis a las concupiscencias del cuerpo”. (Ro. 6:12). Si somos descuidados con nuestra
carne, el pecado reinará incluso en el cuerpo de un creyente. ¡Qué tragedia!
Conclusión; Susana Wesley, madre a los grandes
predicadores y escritores de himnos Juan y Carlos Wesley, describe el pecado y
la carne de esta manera: "Lo que debilita su razonamiento, deteriora la
ternura de tu conciencia, oscurece el sentido de Dios o quita su gusto por las
cosas espirituales, en fin – si algo aumenta la autoridad y el poder de la
carne sobre el Espíritu, esto a usted se convierte en pecado no importa lo
bueno que es en sí mismo". Uno de los objetivos de la vida cristiana es la
victoria del Espíritu sobre la carne y un cambio de vida, que se manifiesta en
vidas justas delante de Dios. Aunque la lucha será muy real (algo que la Biblia
hace claro), los cristianos han sido asegurados por Dios que Él les traerá
éxito eventual sobre la carne. "Estando persuadido de esto, que el que
comenzó en vosotros la buena obra, la perfeccionará hasta el día de Jesucristo"
(Filipenses 1:6).
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