28 noviembre 2019

EL NUEVO COMPORTAMIENTO HUMANO; GENERA DESAMOR.

·                     Módulo II. Corazon evolución de la conciencia

Por: Carlos A Venegas M.ps.
El estudio del comportamiento humano es uno de los objetivos de la psicología como ciencia. A nosotros nos interesa saber el porqué de algunas tendencias o más bien el por qué se está viendo nuevos comportamientos en la sociedad. Lo grave es que estos tipos de comportamientos que asumieron generaciones nacidas desde 1980 estén sometidos acciones violentas y  agresivas, basadas en una comunicación destructiva con sus congéneres, con expresiones  soeces y vulgares que se reflejan en su diario vivir en la mayoría de ellos.
¿A dónde nos está llevando este tipo de comunicación? Me basare en los últimos acontecimientos que se han registrado en los noticieros, como también el hecho de las protestas vividas en Chile, Bolivia y en mi país Colombia,  para mayor comprensión de esta problemática social, lo sostengo en tres pilares que son fundamentales para la salud mental en la sociedad; comunicación, urbanidad y la ética; ejerciéndolos correctamente se logra una relación y convivencia saludable para una nación. Por consiguiente, aunque es un concepto amplio y abstracto hablar de la conducta o comportamiento de un individuo o grupo social, tratare de explicarlo de la mejor manera.
Como se entiende lo que es el comportamiento humano; es el conjunto de actividades realizadas de una persona o grupo social, con el fin de lograr adaptarse al medio y sobrevivir, en buen termino. Pero en esta época no se entiende de esta manera sino que lo expresan usando la libre expresión para hacer efectivas sus frustraciones violentando a los demás.   Aclaro que el comportamiento o conducta humana (como me comporto en relación con los demás, en lo moral, social y cultural) es el conjunto de respuestas que la persona da a los diferentes estímulos del medio en que se encuentra. Que al medirlos o sopesarlos nos lleve obtener la satisfacción de nuestras necesidades, o repudiarlas, sea que cambiemos nuestra manera de pensar o reafirmarlos y adaptarse a él.
En Colombia se hablado de  cultura ciudadana que aplicó en su momento el ex alcalde de la ciudad de Bogota Mockus en su administración, su propuesta que se hizo famosa en todo el país, se basa en principios de construcción de costumbres y hábitos de respeto por las normas y el espacio público. Mockus se valió de actividades lúdicas para educar en el manejo de lo público; A pesar de que los bogotanos creyeron que la cultura ciudadana es una marca de la capital, durante los últimos diez años la ciudad ha retrocedido en esta materia. Los problemas de movilidad, la inseguridad,  los gravísimos casos de corrupción como el carrusel de la contratación, la intolerancia ciudadana y el vandalismo, han hecho que aumenten el pesimismo y la idea de que lo público quedó a la deriva. Este modelo fracaso rotundamente al verse reflejado en los actos del paro de noviembre 21 de este año, esta es una sociedad enferma desadaptada e inculta, es que no se debe esperar nada bueno cuando el autor de esta cultura ciudadana, el señor Mockus ha tenido actos que violan las mas mínimas normas de urbanidad, recordemos  cómo se bajo los calzones y mostrar el ano al auditorio de una universidad o en el senado, agredir arrojando agua a la cara de su contrincante político. Para darle forma a este tema y teniendo en cuenta lo anterior, mi comportamiento debe adaptarse por medio de una asertiva comunicación.
Primer pilar; la comunicación con asertividad. La definición más común y sencilla de comunicación es la de una acción consciente de intercambiar información entre dos o más participantes, con la intención de poner en común algo con otro. Que la gran mayoría de veces se transmite a través de un escrito o del lenguaje hablado conociéndose como comunicación verbal, que para su estudio se llama Comunicación Social. Proceso en el que intervienen dos o más seres o comunidades humanas que comparten experiencias, conocimientos, sentimientos, aunque sea a distancia, a través de medios artificiales (Facebook, twitter etc.) El comportamiento asertivo es saludable, ya que es seguro y respetuoso. Es clara, objetiva, transparente y honesta sin ser agresivo o pasivo. Si mi sano comportamiento se refleja por medio de una asertiva comunicación debo influir por medio del respeto mutuo llamado urbanidad. 
Segundo pilar; la urbanidad. Comportamiento acorde con los buenos modales que demuestra buena educación y respeto hacia los demás. Que influye el entorno social en el que viven y conviven las personas. En relación con la cualidad de urbanidad, esta característica remite a las personas cuando ponen en práctica sus buenos modales y su cortesía con gestos de respeto hacia los demás. Para este fin hay que verla como un ejemplo de civismo es cómo se comporta la gente y cómo convive en sociedad. Se basa en el respeto hacia el prójimo, el entorno natural y los objetos públicos; una buena educación, urbanidad y cortesía. Al respetar, muestro mi concepto de civismo, una persona sociable, un buen ciudadano con libertad de expresión, donde se me valora mi comportamiento llamado ética.
Tercer pilar; la ética. Conjunto de costumbres y normas que dirigen o valoran el comportamiento humano en una comunidad, se relaciona con el estudio de la moral y de la acción humana, haciendo parte del carácter de la persona. Desde la filosofía estudia el bien y el mal y sus relaciones con la moral y el comportamiento humano. La ética y la  urbanidad van de la mano, son una serie de pautas de comportamiento que se deben cumplir y acatar para lograr una mejor relación con las personas con las que convivimos y nos relacionamos. Saber convivir, saber agradar y saber estar, aderezado con un toque de estilo se llama "Tacto social" que me lleva asumir un comportamiento basado en…. que es un pensar, que es un  decir y que es un hacer.
Para concluir con esta introducción baso esta hipótesis en ver del ser humano como sujeto moral, racional, compuesto por un cuerpo, alma y un espíritu, es una amplia amalgama de características que conforman al ser humano y estas a su vez como el papel global del bien humano. El contenido del bien humano nos explica que por el hecho de que la persona es un ser racional y también poseedor de libertad, es dueño de sus propias acciones, las cuales tienen que estar ligadas siempre hacia un fin, pero es importante mencionar que este tiene que ser justo. Y que el fin último y supremo para el hombre es el “temor de ofender a Dios” y que ese es el bien más alto que el hombre puede alcanzar.

La CULTURA DEL MAL HABLADO, VULGAR. Las nuevas generaciones se expresan de una forma grotesca y vulgar,” las reglas de la urbanidad y el comportamiento social han dejado de ser, en nuestro tiempo, un código riguroso e inamovible  y Colombia entre ellas— acusan una versión más preocupante del fenómeno: la valorización de lo vulgar y su exaltación a canon estético, modelo de buen estilo o referente cultural. En algún momento lamentable extraviamos el rumbo, nuestra búsqueda de formas refinadas y sofisticados goces culturales cedió ante la inclinación a sacralizar la ordinariez humana, no se escapa ni hombres ni las mujeres, ninguna clase social, profesión o región de nuestro país, el rol de varón o dama se está extinguiendo para igualarse en todos los comportamientos de la ordinariez. Al referirme del hablar es por ende una parte de la comunicación entre los humanos pero lamentablemente la gran mayoría de humanos se están comportando como animales feroces en cambio a los animales los queremos humanizar. García Lorca, al beber en el Cante Jondo, hizo patente que el alma popular —expresión de los románticos alemanes— alberga la más rica cantera de metáforas e ideas del lenguaje (llamar “alero” –dijo– a un ángulo del tejado es la más genial y refinada elaboración). Algo radicalmente distinto a reivindicar como paradigma estético la chabacanería, el hablar descuidado y obsceno y el mal gusto.
EL NUEVO COMPORTAMIENTO HUMANO; GENERA DESAMOR.
Mientras en otra época el buen ejercicio de la radiodifusión y también en los canales de televisión o cualquier medio audiovisual se medía por la refinada dicción, la cuidadosa gramática y el impecable léxico (la licencia de locución exigía presentación de arduas pruebas en esa materia), hoy, en cambio, se conquistan audiencias mediante el uso de las palabras más soeces e impronunciables, chistes sexistas de doble sentido, el estilo patán extremo. Incluso en la academia se ha llegado a encomiar el empleo de una jerga vulgar como recurso pedagógico. Qué tal el profesor dirigiéndose a sus alumnos con expresiones tales como “parcero, pa’las que sea” o huevon o lo más trillado “marica” lo más indigno “hijo puta” resaltando una acto de astucia o de engaño. Al componer canciones, el acostumbrado esmero por un buen texto poético, tanto en las melodías tradicionales como en la balada pop, ha sido reemplazado por un repertorio de frases del peor gusto. Así, una melodía de género reguetón hoy de moda centra su letra en repetir cincuenta veces el estribillo “con ropa haciendo el amor”. Qué diferencia con compositores populares, huérfanos de toda escolaridad pero de refinada vocación literaria, tales como Juancho Polo Valencia con su Alicia adorada (“como Dios en la tierra no tiene amigos, como no tiene amigos anda en el aire”) y Lucero espiritual.  Letras de las canciones de género bolero, serenatas donde se resaltaba las virtudes, romanticismo de los enamorados. La canonización de la vulgaridad va ligada al relajamiento facilista, a la dejadez degradante; es la renuncia del espíritu a elevarse, mediante la disciplina, a cimas más altas de perfección. Lo más grave de todo esto —tomando la frase de un filósofo español— sentencia es que “el alma vulgar, sabiéndose vulgar, tiene el denuedo de afirmar el derecho de la vulgaridad y lo impone donde  quiera “La gente joven siempre ha tenido una manera más informal de hablar, con términos provocativos que demostraban su rebeldía,  su rechazo  a toda autoridad de los adultos y al sistema social de doble moral que los controla. Por eso, muchos de los términos que han manejado y manejan los jóvenes están tomados del mundo del hampa y de la marginalidad. Lo cierto es que las palabras que usamos reflejan los sentimientos de nuestro corazón y la persona que realmente somos. Los jóvenes adolescentes tratan de impresionar a sus compañeros, probar los límites y descubrir cuál es su lugar dentro de la sociedad. Los principios de la adolescencia es una época en la que los niños tratan de determinar en dónde se acomodan. Quieren ver si el lenguaje les ayuda a encontrar su lugar en su “manada” dice Katharine Kersey, directora del Departamento de Estudios Infantiles en la Universidad Old Dominion en Norfolk (Estados Unidos). Adicionalmente, los jóvenes adolescentes utilizan este lenguaje debido a que están en una edad en la que comienzan a ser opositores y quieren chocar con los adultos, motivados por el mal ejemplo de sus padres y autoridades  según la experta en adolescentes Susan Ginsberg. El lenguaje obsceno puede hacer que un joven se sienta poderoso en una época donde  la matonería cohabita con ellos, en la que todavía depende en gran medida de sus padres, pero que viven en violencia intrafamiliar o familia disfuncional. Pero sus progenitores no lo ven así omitiendo su responsabilidad. Para algunos papás y mamás el lenguaje vulgar es difícil de soportar porque sienten que representa una mala imagen de la educación que han impartido. Además se sienten impotentes y se preocupan de no haber hecho un buen trabajo con sus hijos, pero sobre todo les da temor el estar perdiendo poder sobre ellos, explica Kersey.
La televisión, el cine, la música rock y los vídeos con frecuencia esparcen el lenguaje obsceno entre los adolescentes. Hoy en día, en todo hay palabras vulgares, lo que no sucedía hace veinte años. Así se vuelve más aceptable que anteriormente, dice Ginsberg. Al conversar con un joven, dijo que el problema más grande que tenía era decir malas palabras. Escuchaba constantemente un lenguaje vulgar a su alrededor, por lo que también él había empezado a decir palabrotas. Agregó que había estado tratando de dejar de hacerlo, pero que no lo había logrado, y quería algunos consejos sobre cómo podría dejar de usar un lenguaje grosero. De inmediato pensé en sugerencias “Si has adquirido el hábito de usar lenguaje que no está de acuerdo con formación recibida en casa, normas, tales como no decir malas palabras, las burlas, los chismes o el hablar con enojo a los demás, solo genera violencia, donde la tolerancia se va desquebrajando hasta romperse como un dique,  puedes cambiar si se lo propone. Ora pidiendo ayuda a Dios que te da el poder para hacerlo. Pide a tu familia y a tus amigos educados que te apoyen” en un ambiente en que con frecuencia se empleaba un lenguaje obsceno, esas palabras se grababan en la mente con más facilidad que los pensamientos correctos que quieras tener, porque lo prohibido nos llama la atención, nuestra condición del conocimiento de lo malo nos empuja traspasar los límites de lo correcto. Nuestra propia condición como seres humanos genéticamente heredado, es la que nos empuja a experimentar aquello que se nos niega porque necesitamos conocer lo desconocido y valorar sus consecuencias. Transgredimos las normas para sentir “en primera persona” sus consecuencias. Es el único modo que tenemos de repetir o renunciar por voluntad propia a actividades prohibidas, si éstas resultan o no realmente dañinas para nosotros. El poder del amor es el freno para parar, sin amor no se puede lograrlo ya que la mente es como un dispositivo de almacenamiento, y podemos bloquearlos “dominio propio” los pensamientos indebidos, descargar esa basura si rápidamente los remplazábamos con pensamientos correctos (amarse a sí mismo para amar a los demás) y  dignos de alabanza a Dios, repetirlos tantas veces sean necesario. Descubrimos que cuando lo repetimos, los pensamientos inapropiados desaparecen en nuestro consciente. Un estudio realizado por la Universidad de Columbia, en Reino Unido, desvela que el deseo por algo prohibido disminuye, cuando renunciamos a él en grupo, es decir, nos resulta más sencillo respetar los límites cuando lo hacemos en grupo, que de modo individual. Estas conclusiones podrían mejorar las terapias grupales para ayudar a las personas a superar ciertos hábitos y adicciones. Vivimos en una época en la que hay muchas cosas profanas, groseras y vulgares. Parece casi imposible evitar por completo el escuchar o ver cosas que preferimos evitar. La clave es asegurarnos de no ser portadores de la basura, de lo  grosero o vulgar. Seguramente Pablo pensaba lo mismo cuando dijo: “Ninguna palabra corrompida salga de vuestra boca” (Efesios 4:29). He visto a algunos jóvenes emplear un lenguaje indebido porque consideraban que ello los ayudaría a que los acepten en el grupo y a otros emplearlo porque quieren llamar la atención o para intimidar (autoestima baja). De hecho, éstas parecen ser las razones principales por las cuales los jóvenes caen en este mal hábito.
Lo que más me impresiona son los jóvenes que se atreven “a ser diferentes”, como el jovencito que tenía un amigo que decía palabrotas con regularidad. Cada vez que el amigo decía una mala palabra, él le pedía con cordialidad que dejara de hablar así. A la larga, el amigo dejó de hacerlo. Estaba tan impresionado con él y con la forma en que vivía que quiso saber cómo lo hacía para no decir malas palabras. Lo que sentimos en el corazón es lo que pensamos, y lo que pensamos es de lo que hablamos. De modo que es verdad que las palabras que usamos reflejan los sentimientos de nuestro corazón y la persona que realmente somos.
Cuando un adolescente usan un lenguaje obsceno se recomienda a los padres: -Diga a su hijo: tienes control sobre lo que dices y yo no puedo detenerte, pero es mi trabajo enseñarte que esta clase de lenguaje no es aceptada por la gente ya que es ofensivo y violenta la dignidad de los demás.  -Enfatice que las palabras que irrespetan lo que se considera sagrado van en contra de los principios de su familia y él es una parte importante de la unidad familiar.
-Hable abiertamente sobre las razones por las cuales la gente utiliza mal lenguaje (maldecir), y produzca ideas sobre otras formas de aliviar la frustración, el dolor y la furia. Jesucristo  dice: “Las cosas que proceden de la boca salen del corazón” (Mateo 15:18). Decir malas palabras contamina el medio ambiente verbal y físico. ¿Por qué exponer a otros, o a ti mismo, a esa suciedad que puede causar desgracia? Decir malas palabras daña tu imagen y viola tu identidad. El libro CussControl afirma: “La manera en la que hablas puede determinar quiénes serán tus amistades, ¿cuánto te respetarán tus familiares y compañeros de estudio o trabajo?, cómo serán tus relaciones, cómo influirás en otras personas. Esta obra también aconseja: “Pregúntate si tus amistades mejorarían si dejaras de decir vulgaridades”. La Biblia dice: “No griten ni insulten a los demás (Efesios 4:31, Traducción en lenguaje actual).

 Lo que puedes hacer
Ponte una meta. Trata de no decir malas palabras durante un mes. Escribe tu progreso en una gráfica o en un calendario. Ahora bien, para alcanzar lo que te has propuesto, tendrás que hacer otras cosas. Por ejemplo:
Evita los pasatiempos que te bombardean con malas palabras. La Biblia declara: “Las malas compañías dañan las buenas costumbres” (1 Corintios 15:33, La Palabra de Dios para Todos). En este versículo, la palabra compañías no solo se refiere a las personas sino también a las películas, los videojuegos y las canciones que elijas. En realidad, el lenguaje vulgar solo consigue contaminar tu mente —y el ambiente—, con pensamientos indecentes. Y ya tenemos suficiente indecencia en el mundo. “No sigas la corriente —aconseja el libro Cuss Control—. Ayuda a limpiar el medioambiente verbal. Si lo haces, te sentirás bien, y los demás se sentirán a gusto contigo.”

Dime con quién andas y te diré quién eres (El Quijote II 10 y 23); La edad es una de las variables que la sociolingüística tiene en cuenta porque, desde el momento en que los hablantes son socializados para que se comporten de una forma determinada, su manera de hablar suele acomodarse a la esperable para su edad. Se puede deducir los gustos y aficiones de alguien por los amigos y ambientes que frecuenta. Del mismo modo, este refrán advierte de la gran influencia que ejerce en el comportamiento o en las costumbres de alguien las compañías de los demás, ya sean buenas o malas. Los estudios científicos evidencian que esta variable edad no debe tomarse aislada, sino correlacionada con otras como educación, sexo, etc., porque, sin ir más lejos, no afecta igual a hablantes rurales sin instrucción que a hablantes urbanos insertos en varias redes sociales. El tiempo y la edad pueden, pues, resultar determinantes. Por eso, según su grado de desarrollo, los lingüistas hablan de procesos de cambio recientes, en marcha y obsolescentes es decir “con vida útil” por un tiempo; y se estudian en tiempo aparente, comparando cómo los encaran hablantes de diferente edad, para simular cuál ha podido ser su historia reciente; o entiempo real, para tratar de avanzar cómo podría ser su futuro. Para hacerlo, se recurre a fijar generaciones o, por lo menos, a establecer grupos de edad, porque lo normal es que entre ellos se den diferencias lingüísticas, como la experiencia permite reconocer a cualquier hablante. 
Reitero que lo más grave de todo esto —tomando la frase de un filósofo español— sentencia es que “el alma vulgar, sabiéndose vulgar, tiene el denuedo de afirmar el derecho de la vulgaridad y lo impone donde quiera “Las palabras que usamos reflejan los sentimientos de nuestro corazón y la persona que realmente somos; individuos violentos. ¿A dónde nos está llevando este tipo de comunicación? A ser violentos, asesinos o destructores de nuestro entorno donde no hay el respeto hacia el prójimo, ni al entorno natural y los objetos públicos; como se avisto últimamente en las manifestaciones de protesta, famosos paros. Los formaron bajo la Cultura de violencia. 
Cultura de violencia es aquella en la cual la respuesta violenta ante los conflictos se ve como algo natural, normal e incluso como la única manera viable de hacer frente a los problemas y disputas. No debemos confundirla con la agresividad que es innata y connatural al ser humano. Aunque cada ser humano está influenciado por una cultura bélica, esto no es irreversible, existe el potencial y las posibilidades de cambiar esa actitud. Como tampoco no debemos confundir conflicto con violencia, puesto que se pueden resolver sin el uso de violencia. La violencia es un fenómeno social, que se aprende y por lo que también se debería  desaprender. Lo conflictos son el diario vivir, lo que no es normal es la violencia. No es cuestión de leyes ni de tener un policía a la espalda, es cuestión de recuperar valores como son los de tolerancia, respeto, dialogo, el policía o la autoridad también es un ser humano. 
El "Tacto social" se murió en estos individuos donde están privados de la razón que es un pensar, que es un  decir y que es un hacer. No tiene amor los unos por los otros, se refleja una sociedad una civilización con desamor. Desamor es el inmenso grado de tristeza y ansiedad que sufre una persona ante la ruptura afectiva, frustración  o maltrato. Pon en práctica la psicología de cuidar tu higiene mental en este momento. La tristeza del desamor puede derivar en una depresión cuando la persona se posiciona ante una situación como víctima, pero la verdad es que es victimario. Este tipo de sentimiento nos hace, a veces, subestimar y cuestionar nuestro valor (innegable) como personas, lo que comúnmente nos arrastra a una crisis que podríamos llamar «existencial» y que en casos extremos puede llevar al suicidio. Creer que la situación es catastrófica e insuperable es solo un estilo negativo de enfrentar las cosas. Pero si realmente crees que la situación es así, seguramente sucederá de esa manera. Comienza a enfocar tu atención en lo que todavía te hace sentir bien. Avanzar o no depende de ti, el desamor se manifiesta:
1. Falta de amor, amistad e irónicos.
2. Falta del sentimiento y afecto que inspiran por lo general ciertas cosas.
3. Enemistad, aborrecimiento, odio y crueldad.

En estas generaciones estamos viendo la maldad al descubierto sin freno, sus consecuencias es el declive y la caída de una sociedad ,donde se observa primeramente ir en contra de la naturaleza es decir la inmoralidad sexual para después llegar a la violencia, física o verbal, son designios de sus pensamientos, es continuo para hacer el mal, la imaginación y los pensamientos de su corazón son deseos de hacer el mal, se esta corrompiendo la tierra y está llena de violencia, es algo interno no es una enfermedad es un comportamiento, es una contaminación de la mente, corazones con desamor.

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